Defina brevemente qué es para usted la novela negra.

Una novela en la que el crimen tiene un peso importante.

¿Hasta qué punto es necesaria en nuestra sociedad?

No sé si es necesaria, desde luego es muy divertida. El crimen es algo inherente a la humanidad desde su nacimiento, un elemento que siempre está ahí y que define parte de nuestra sociedad. Además suele poner a las personas al límite, lo cual da mucho juego con los personajes.

Confiese sus debilidades: obra, autor y personaje favoritos del género de todos los tiempos.

Fácil, todo en un clásico: Adiós, muñeca, Raymond Chandler, Philip Marlowe.

Y ahora la misma confesión pero del panorama nacional.

Admito que no he profundizado mucho en novela negra española, he leído más americana y nórdica. Me gustó El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva.

¿Cuándo supo que escribiría novela negra?

Siempre me ha gustado, simplemente un día dejé de escribir ciencia-ficción y escribí una novela negra.

Más debilidades: ¿se inclina más por la personalidad del criminal o del agente de la ley?

Ambas son interesantes, sin embargo hasta el momento me he adentrado más en describir la personalidad del ´bueno´ que la del ´malo´. Supongo que eso se debe a que mis buenos no son tan buenos, y explorar ese conflicto moral interno me atrae bastante.

¿Sangre o psicología?

Psicología, da mucha más entidad y profundidad, sirve para escarbar en las motivaciones de los personajes. Mueve la historia. Eso sí, alguna gota de sangre de vez en cuando tampoco viene mal.

Elija arma y técnica, ¿cuál es su método preferido a la hora de matar?

El mejor es el asesinato tipo Hitchcock, cuidado y planificado al detalle y cuya resolución procure una investigación tan divertida como absorbente.

¿Qué no incluiría nunca en una de sus novelas negras?

Pues no lo sé, ¿un viaje en el tiempo?, ¿marcianos? Una de las cosas más interesantes de la novela negra es que en ella prácticamente todo tiene cabida, solo hay que introducirlo de forma correcta, hacer que encaje y tenga sentido dentro de la historia que estás contando.

Confiese alguna anécdota jugosa, siempre que no le incrimine, de su proceso creativo.

Hace unos meses dije en una presentación literaria en el Casino de Murcia que escribo mejor en pijama. La comodidad es importante, sentir que solo estás en eso, en el mundo que estás creando, dejando en pausa el mundo real durante un rato.

¿Cree que el género negro ya no es considerado como literatura de ´segunda clase´?

Desde luego que no, creo que es uno de los géneros literarios más en forma en la actualidad. El caso es que siempre ha habido autores muy buenos de novela negra, solo que ahora parece que se les tiene la consideración que merecen.

¿Qué le ha animado a asistir a Cartagena Negra y qué piensa encontrarse en estas jornadas?

Compartir, descubrir, dar a conocer, enriquecer. Y desde luego pasar un buen rato departiendo sobre una de mis grandes pasiones. Seguro que la inspiración también acude a la cita.

DESTINO

El humo de su cigarrillo dibujaba parsimoniosas formas en el aire. La penumbra pesaba sobre los cuatro faroles que mal iluminaban la desvencijada estación. Era una noche cerrada, brumosa, sin estrellas, sin cielo€ pero con esperanza. Esperanza de un cambio de rumbo, una vida mejor. El James Cagney de turno que pretendía hacer borrón y cuenta nueva, irse tan lejos como su bolsillo se lo pudiera permitir, y huir del dolor, de la sangre, de los desesperados gritos de sus víctimas. Su momento llegaba en forma de tren, el viejo expreso de las diez. Tras una última calada, lanzó su cigarrillo y se dirigió hacia el humedecido andén. Con cada paso se aproximaba su nueva vida, su liberación€ su destino. Un desafortunado resbalón le precipitó hacia las vías instantes antes de que el expreso triturara su carne. No hubo tiempo para la redención, no lo quis