Está dispuesto a repartir humor con el espectáculo Sigue con nosotros en el que, además, canta y baila. Actuará esta noche a las 21.30 en El Batel de Cartagena.

¿Qué ofrece en el espectáculo Sigue con nosotros?

Pues 90 minutos de humor y música. Una nueva recopilación de monólogos y canciones actualizando los temas al momento vital que atravieso. Un cuarentón padre de familia numerosa que se dedica a la comedia. Un buen rato de risas, sin pretensiones.

¿Qué porcentaje de improvisación hay en su humor?

Algo hay de eso, por supuesto, pero en este show está todo muy preparado, ensayado y medido, aunque dé la sensación de ser muy espontáneo y medio improvisado.

¿Hay demasiada corrección política en este país?

Creo que sí, cada vez más, hay miedo a ofender y a molestar, y eso nos lleva a todos a la parálisis. Nos vuelve personas ridículas y temerosas.

En alguna ocasión ha dicho que «la sociedad es más mojigata y ultrasensible», ¿en qué lo aprecia?

En que, por lo general, la mayoría de las personas dedicamos mucho más tiempo a enfadarnos y decirle a los demás cómo deben hacer las cosas que a hacerlas nosotros mismos con una buena actitud. Es el discurso diario hoy en día en los medios y las redes sociales. Esto hace que lo pensemos todo 20 veces antes de abrir la boca y que interioricemos el miedo, volviéndonos tímidos y cobardes.

Usted trabajó en una inmobiliaria, ¿qué recuerda de aquella experiencia?

Que no me gustaba.

¿Qué aprendió en la Facultad de Periodismo?

Que quería ser humorista y no periodista.

¿Cómo valora a la generación actual de cómicos en España?

Hay de todo, pero en general les veo muy profesionales, serios, inquietos, valientes, responsables, currantes y respetuosos con sus mayores.

¿Hay algún tema que no le gusta tratar en sus monólogos?

No escribo mi material pensando en los temas sino en que me haga gracia o no. Luego ya compruebo si el público piensa y siente lo mismo.

Igual que ocurre en la televisión o en el cine, ¿en el humor se pueden importar aspectos del mundo anglosajón?

Claro, por supuesto, como de cualquier otro mundo.

¿Qué posibilidades ofrece internet para los cómicos?

Un buen escaparate y una escasa posibilidad de financiación.