Antonio Martínez Mengual tiene mucho que celebrar, aunque considere que la situación actual no esté para muchas fiestas. En unos días, el 23 de febrero - «23-F, seguro que no se te olvida»- cumplirá 67 años y este año coincide con el cuarenta aniversario de su primera exposición. Desde 1975 el pintor murciano no ha dejado de aprender -«eso sería un suicidio», dice contundente- ni de exponer, como lo hace estos días en la galería Chys con las obras de La carpeta de Atenas.

La muestra es la continuación de Primavera, que mostró en 2011 en la sala de arte murciana con obra dedicada al mundo griego, pero, en esta ocasión, está centrada en la ciudad, en un barrio o un detalle y en ella «se ha perdido la referencia clásica, está más interiorizada porque es más personal, más abstracta», explica el pintor murciano, que presenta trabajos en pastel, acrílicos sobre papel y óleos de esta última época.

Martínez Mengual regresa a la capital griega por «un enamoramiento sin materia que comenzó en el 81». Podría ser hoy en día, reflexiona el creador, «por un sentimiento revolucionario o reivindicativo, pero no». Existe ese ´amor´ desde que se convirtió en un turista despistado que encontró en cada rincón de Atenas un recuerdo de su propia ciudad. «Es un mundo semejante al nuestro porque allí está tu cultura -afirma enfatizando mucho-, y ya les puede gustar o no el mundo clásico y retirar asignaturas, que nadie borrará jamás el hecho de que es de allí de donde venimos; el teatro no nació en Broadway», afirma el pintor, que fue descubriendo más y más hasta quedar «enganchado». Además de la exposición, el artista ha publicado un catálogo «muy cuidado» de la misma. «A pesar de que las cosas están muy mal, hay que cuidar cada detalle», dice Martínez Mengual, quien lamenta profundamente la dificultad que existe en la actualidad para exponer.

«Retirarme no, pero a mis 67 años, llega un momento en el que no hay por qué vivir con esa tensión y ese esfuerzo físico y económico; siempre que me llame una galería, ahí estaré, pero el ambiente de visitas ha decaído mucho y, a pesar de lo que diga el presidente del Gobierno, las cosas no han mejorado y sería necesario una ayuda mínima, aunque sea para el transporte, para que nos pudiéramos dedicar a pintar sin agotar nuestros esfuerzos en estas actividades».

Recuerda el pintor que hubo un tiempo «en el que había más alegría» que será difícil recuperar. «Las cosas cambian y la sociedad cambia, como lo hace el arte; y yo hago cuadros, no hago vídeos ni instalaciones ni performances, yo hago cuadros», insiste, aunque lo dice «sin ningún tipo de angustia vital, sólo veo que las cosas cambian y no sé si para mejor».

A pesar de no seguir exponiendo tanto -aunque tiene otras dos exposiciones previstas-, no dejará nunca de pintar. «Yo pinto por una necesidad vital y expongo mi obra con mucha alegría, aunque detrás hay mucho trabajo», asegura. Un trabajo que pasa de bocetos figurativos a un desarrollo en color en el que la obra se va transformando hasta llegar a un mundo abstracto en el que Martínez Mengual busca «la armonía personal de sentimientos». Y, cuarenta años después, sigue trasladando esa armonía al espectador. «Me sorprende la cantidad de personas ajenas a mí que, sin conocerme, admiran mi obra y se quedan enganchada a ella», dice orgulloso el pintor, con un motivo más que celebrar.

Conferencia. ´Diálogo´ con Ramón Gaya en el Museo

Además de la exposición de Chys, Martínez Mengual es uno de los invitados a participar en el ciclo Diálogos y desde el pasado día 2 muestra en el Museo Ramón Gaya una obra que interpreta una acuarela sobre Venecia de Gaya. Martínez Mengual participará en una charla en la pinacoteca el próximo día 24 de febrero, a las ocho de la tarde, dentro de este ciclo artístico. a. g.s