Carmen Cantabella inaugura el próximo viernes en el Palacio Almudí la exposición L'enfant terrible, 35 pinturas y 16 esculturas que posteriormente viajarán a la galería Kreisler de Madrid y, en febrero, a México, según ha avanzado la galería Babel, representante de la artista murciana.

L'enfant terrible es un homenaje a El Principito de Saínt-Exupèry y, en general, a toda la literatura y la vida del escritor. «La exposición evoca la habilidad con la que los niños adquieren su pericia y crecen desde la infancia hasta la adolescencia forjando su carácter», como explican desde la galería.

Todas las simpatías de la artista tienen como destinataria la exuberancia creativa de los niños, que parecen experimentar el mundo por primera vez. La exposición tiene como hilo conductor los cuentos populares y la llamada literatura infantil, lugares comunes de nuestra infancia que en esta muestra son también «el punto de convergencia entre el adulto que somos y el niño que fuimos». De hecho, la exposición está pensada tanto para adultos como para el público infantil.

El tema de la obra de Cantabella es la sociedad en su formación y cómo los individuos tienden a ser consecuencia de esta. Sus pinturas se presentan como curiosidades 'fotográficas', casi como 'instantáneas', «que buscan representar y mostrar un mundo donde escenas subversivas y alternativas descubren la farsa de la historiografía oficial», como explican desde la galería. La artista rechaza la narración de grandes acontecimientos sociales y políticos a favor de los pequeños sucesos, que sin embargo permiten detenerse a pensar en aquellos.