La gustaba tanto la historia de Murcia que ha terminado convirtiéndose en parte de ella. El académico y catedrático de Historia Medieval Juan Torres Fontes falleció ayer a los 93 años. La misa se celebrará hoy, a las cinco y cuarto de la tarde en la iglesia de Nuestro Padre Jesús de Murcia.

Juan Torres Fontes deja un enorme legado de estudios y publicaciones sobre el pasado de España y de la Región. Pero además de recrear la historia, realizó un arduo trabajo de recuperación de decenas de documentos que, durante toda su vida, fue recopilado como pequeños tesoros para regalar a los murcianos y que hoy se pueden consultar en el Archivo Municipal, como recordaba ayer su sobrino y colaborador de LA OPINIÓN, Javier Díez de Revenga.

El historiador nació en Murcia el 23 de junio de 1919. Estudió en los Maristas y más tarde comenzó sus formación en la Universidad de Murcia. Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde se licenció en Historia. Realizó su doctorado sobre las Crónicas de Enrique IV y se especializó en historia Medieval, convirtiéndose pronto en uno de los mejores especialistas de España.

En el año 1951 se casó con Cristiana Suárez Ruiz y tuvo tres hijos: Cristina, que continúa sus pasos y es profesora en la Universidad de Murcia; María del Mar, abogada; y Juan, empresario.

Destacado académico

En la dilatada trayectoria profesional de Juan Torres Fontes cabe destacar su trabajo como académico correspondiente en la Real Academia de la Historia nacional y como académico de número en la Academia Alfonso X de Murcia, que dirigió durante más de tres décadas y que abandonó con alrededor de 80 años dada su avanzada edad.

Torres Fontes fue nombrado Secretario de la Facultad de Filosofía y Letras, cargo que desempeñó hasta 1974, año en el que pasó a ocupar la Secretaría General de la Universidad de Murcia. También fue vicerrector de investigación en la Facultad de Historia del mismo centro educativo, director del Archivo Municipal y director del Museo Salzillo de Murcia. Asimismo, entre 1949 y 1959 ocupó el cargo de diputado Provincial.

Además, el historiador recibió la Medalla de Oro de la Región y la Medalla de Oro de la Ciudad. Además fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad de Murcia el pasado año 2011.

Entre otras muchas distinciones académicas, destacan el Premio Nacional del VII Centenario de la Reconquista de Murcia o el Premio de Biografías de Murcianos ilustres de la Diputación Provincial.

Gran amante de las tradiciones y las costumbres murcianas, fue durante muchos años cabo de andas del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cofradía a la que estuvo vinculado durante gran parte de su vida.

Los que trabajaron con él lo recuerdan como un pozo de sabiduría. Alguien del que se aprendía casi sin querer. Una persona resolutiva, seria, pero bondadosa y, por encima de todo, amante de la Región y de su historia.

Hoy, Murcia se tiñe de luto para despedir a uno de los mejores académicos y más grandes conocedores de la historia de España y de la Región. Una persona que un día se enamoró de la historia y, gracias a ese amor, ha conseguido pasar a formar parte de ella.