Actriz versátil que multiplicó su vis cómica entre el público con Siete vidas, Anabel Alonso se apropia ahora del papel de la 'bocazas' Concha en la obra Lastres, de Jorge Roelas.

¿Arrastra algún lastre?

Claro que sí, todos tenemos, no lo podemos evitar, forman parte de nosotros. Siempre creemos que hemos superado cosas pero luego te ves cometiendo los mismos errores y metiendo la pata en los mismos sitios. Siempre hay cosas y complejos que superar.

Así que hace un poco de terapia en la obra...

Un poco sí, la función trata un poco de eso, de lo a gusto que te quedas cuando sueltas algo que llevabas callando tanto tiempo y que te había hecho sufrir de esa manera y dices... ¡Venga! No sé si servirá a alguien pero a mí sí.

Hace teatro, cine, televisión, monólogos, concursos, dobla películas... ¿de todo aprende?

Evidentemente. Tienes tu registro de actriz y todo te enriquece mucho. Me encuentro muy a gusto en todo, la experiencia en un campo siempre la llevas al otro, y aprendes sobre todo de los trabajos fallidos, de los errores, de cuando lo pasas mal...

¿Su vis cómica le impide acceder a papeles dramáticos?

Estoy muy cómoda en la comedia. Igual echo en falta más papeles dramáticos pero nunca me aburro porque la comedia tiene muchísimos estilos, aunque a la hora del reconocimiento público se valora más el drama, no sé por qué.

¿Cómo ve los premios Goya?

Hay películas muy buenas y muy variadas, pero siempre es lo mismo: tres películas tienen todas las candidaturas y hay mucho que se queda fuera, muchas olvidadas.