La crisis no asusta. Bueno, quizá asusta, pero no detiene a gente con ganas de hacer cosas como el nuevo festival de jazz -el Jazzazza Fest- que se celebra en Murcia este mes. Un certamen que nace pendiente de los grandes nombres pero que también reserva su hueco a los músicos murcianos, busca crear cantera con talleres para niños y, sobre todo, apuesta por la cercanía.

"El jazz en la calle y en grandes recintos está muy bien, pero yo soy más partidario de conciertos en los que prima la esencia, la empatía y la cercanía con los artistas", declara el responsable del Jazzazza Jazz Club de Algezares, Jota, principal impulsor de esta iniciativa. "Lo que más me motiva -añade- es meter a 80 personas en el club y que disfruten de un ambiente que ningún otro festival ofrece, de un concierto y un postconcierto cercano y mágico".

Sabe que no se va a hacer rico, pero asegura que lo importante es "la ilusión" de poner en pie esta iniciativa que ayuda -al igual que otros pequeños festivales- a llenar huecos en las programaciones como el que dejó la desaparición en 2010 del Festival de Jazz de Murcia.

"Es una pena que la crisis acabara con uno de los festivales más veteranos de la Región -30 ediciones-", lamenta José Antonio García, presidente de la asociación Zarangojazz, quien asegura que "en Murcia hay músicos muy buenos, pero faltan más iniciativas como esta y, sobre todo, de educación para que la afición por el jazz vaya creciendo".

Consciente de ello, el Jazzazza Fest apostará por los músicos de la Región con un maratón de 12 horas -una intensa jam session a la que se irán sumando músicos de una forma improvisada- y por "hacer cantera", como explica el saxofonista y profesor de música Patxi Valverde. Él será el encargado de organizar un concierto didáctico y un taller para enseñar a los niños cuáles son los elementos de esta música que engancha a los pequeños sobre todo por la improvisación. "Los niños están más abiertos a disfrutar de la música; en general, están más abiertos a todo tipo de estímulos, y les animaremos a que improvisen con nosotros", adelanta Valverde.

Cuatro conciertos en sala

Respecto a los conciertos programados para el I Jazzazza Fest, cuatro son las veladas que ayer desgranó durante la presentación del festival el periodista y crítico Juan Claudio Cifuentes, quien muestra así su apoyo a una iniciativa que "merece el aplauso más rabioso" y declara: "Ya es hora de convencer a la gente y a las autoridades culturales de que el jazz es una actividad cultural con mucha dignidad". Los conciertos del certamen arrancarán el 11 de mayo con la actuación de T.J. Jazz Quartet, "un concierto muy animado y divertido" basado en el jazz y el baile (claqué o tap dance) de los años 20 y 30.

De Javier Colina (18 de mayo), "un extraterrestre", recuerda Cifuentes su formación autodidacta y su capacidad de "hacer cosas con su contrabajo que no están en los libros, cosas bellas, originales y de una musicalidad perfecta".

Jorge Pardo, "uno de los grandes flautistas, que hace lo que le da la gana y es maravillosos", será el siguiente en actuar (25 de mayo) y en mostrar que es "quien mejor ha sabido fusionar jazz y flamenco"; y la programación se cerrará (31 de mayo) con una representación del jazz actual neoyorkino: Jochen Rueckert Feat y Mark Turner, "uno de los mejores saxofonistas de EE UU".