Puede que muchos no se hayan percatado nunca de su valor, pero los coleccionistas de música conocen perfectamente el poder de una portada. De hecho, casi todos admiten haber comprado un disco a ciegas -sin tener ninguna referencia del artista- hipnotizado por la irresistible imagen de su cubierta.

Detenerse en la ilustración de un vinilo puede ser a veces más satisfactorio que posar la aguja del equipo en sus surcos. Hay portadas tan cautivadoras que incluso sobrepasan al puñado de canciones que envuelven, aunque abunda más el binomio de gran portada junto a gran LP, como ocurre con Sgt.Pepper´s, Electric Ladyland, The Dark Side of the Moon, Physical Graffiti o Sticky Fingers, entre otros ejemplos.

Las cubiertas de los larga duración -también ocurre con los singles de 45 revoluciones- son auténticas obras de arte que con el tiempo, como ocurre con el buen vino, han ido ganando prestigio. Por ello resulta sumamente grato encontrarse estos días en las librerías con el volumen 'Vinilos. Las mejores portadas de discos de la historia', un esplendoroso libro editado por Lunwerg que recorre el arte de los discos, haciendo una exhaustiva parada en los creadores más influyentes y tratando cada cubierta como lo que es: una verdadera obra de arte.

Pero antes de adentrarse en el increíble catálogo de imágenes de su interior, este volumen sorprende desdefuera por sus dimensione

s: idénticas a las de los 33 rpm. (32,5 x 32,5 centímetros). Desde la primera

página, el lector encuentra tanto las míticas portadas de los álbumes de los Beatles y los Rolling Stones,

como otras tantas descatalogadas, censuradas, desplegables...En total son cerca de 250 reproduccionesde portadas de vinilos

separadas en dos grandes secciones: fotografía e ilustración.

Las manos de muchos pintores, fotógrafos y grafistas unieron su creatividad a la de la música para hacer de las portadas un auténtico objeto de deseo. Como explica Pablo Sycet Torres en el prólogo de esta obra, muchos artistas decidieron poner sus mejores ideas "al servicio de la industria musical", ya que durante un tiempo "fue el mejor trampolín para unir fama, glamour y dinero en un mundo que cambiaba a velocidad de vértigo".

Andy Warhol, Keith Haring, Mati Klarwein o el colectivo Hipgnosis se encuentran entre estos creadores que vieron en la música el mejor canal para transmitir sus "delirios creativos". Junto a las reproducciones de las cubiertas -de Elvis a Nirvana, pasando por T.Rex, Johnny Winter,Grand Funk Railroad o Joy Division- los

propios autores narran el origen de la idea que les llevó al diseño final y desvelan curiosos detalles de su realización.

El texto también cuenta con la colaboración de Ian Anderson (Jethro Tull) y Jon Anderson (Yes). Por todo esto, Vinilos se ha ganado a pulso el título de mejor libro de portadas jamás editado.Y será difícil superarlo.