Ya huele a despedida. Dos de los grandes festivales de nuestra Región –Jazz San Javier y La Mar de Músicas–, con una reputación internacional que les sitúa entre los mejores de Europa, bajan hoy el telón, en una año con dificultades. Ambos han sabido sortear la crisis con talento e imaginación, haciendo frente a los recortes (no afectan a todos por igual) ofreciendo espléndidos carteles, sin perder sus esencias y atrayendo turismo, que tanta falta hace para nuestra economía, pero el horizonte está poblado de incertidumbre. En todo caso, cabe felicitar a sus respectivos directores, Alberto Nieto y Paco Martín, por su esfuerzo y dedicación.

Ambos festivales se despiden con una amplia sonrisa, Brasil como protagonista (Eliane Elias, Carlinhos Brown) y la esperanza de que se empiece a ver la luz al final del largo y negro túnel en el andamos sumidos.

El broche a la XV edición del Jazz San Javier lo pondrá la pianista, cantante y compositora Eliane Elias (1960, São Paulo), que recibirá el premio del festival. Esta edición ha estado dedicada a la memoria de Etta James, extraordinaria cantante de soul y rhythm and blues, y del saxofonista tenor Red Holloway, que participó en la XII edición, en 2009.

Eliane Elias, que ya pasó por el certamen, ha sido nominada varias veces a los Grammy. Es una artista que domina por igual el jazz más ortodoxo, la música clásica y la música popular sudamericana, que a menudo fusiona con otros ritmos. Su excelente técnica y gran capacidad de improvisación la ha llevado de gira por todo el mundo, acompañando a grandes artistas brasileños como Toquinho o Vinicius de Moraes y a figuras internacionales de la talla de Toots Thielemans, Herbie Hancock o Jack DeJohnette.

Esta extraordinaria y hermosa pianista es la única mujer que participó en la película sobre jazz latino Calle 54. Aún cuando ha desarrollado su carrera en EE UU, es de origen brasileño. Pero no es una interprete de música popular brasileña. Es una intérprete de jazz en el estricto sentido de la palabra. Destaca por su facilidad improvisadora y gran técnica, características que de ningún modo llegan a eclipsar el enorme contenido emocional y lírico de su música. Su carrera ha sido irregular en cuanto a la calidad de su trabajo. Proveniente del mundo de la fusión, ha ido derivando hacia conjuntos acústicos, en los que su capacidad expresiva puede ser captada y apreciada en toda su dimensión.

Recurre con frecuencia al repertorio de música brasileña y son abundantes las piezas de Jobim, Ivan Lins o Milton Nascimento, por cuyas sinuosas líneas cromáticas se desliza con facilidad en sus a menudo brillantes improvisaciones.

Algunos de los mejores trabajos de la artista son Fantasia, grabado para Blue Note en 1992, que tuvo el acompañamiento de Jack DeJohnette y Peter Erskine a la batería y Eddie Gómez y Marc Johnson al contrabajo, así como con una participación especial de Ivan Lins y del percusionista Nana Vasconcelos. El álbum es brillante y cuenta con piezas de Jobim, Lyra, Ivan Lins y Milton Nascimento, y una compuesta por la propia Eliane. Destaca una inteligentísima interpretación de Garota de Ipanema del maestro Jobim.

Paulistana se movía en la misma línea del anterior. Con la misma rítmica que Fantasía, Eliane interpreta composiciones brasileñas; sobresale una pieza propia, Wild Flower, donde la belleza de la composición, la brillante interpretación, la rítmica hipnótica marcada por el batería Peter Erskine y el ambiente creado por el percusionista Vasconcelos la convierten en una obra de arte. La interpretación de Iluminados, de Ivan Lins, con intervención del propio músico, es un momento especialmente emocionante. Otro disco cautivador es Plays Jobim.

La madre de Eliane, Lucy, era una pianista clásica que conocía el jazz. A su vez, Eliane ha grabado varios discos de clásica. La niña prodigio estudió seis años en el Centro Livre de Aprendizagem Musical de São Paulo, y de adolescente empezó a componer y a actuar en clubes. A los veinte años se mudó a Nueva York y estudió en la prestigiosa Juilliard School of Music (a los 17 acompañaba a Vinicius de Moraes, que se presentaba en público con la fórmula «el poeta, la chica y la guitarra»). Al poco fichó por el supergrupo de jazz fusión Steps Ahead, con los que vino por primera vez a San Javier. Tras esto, trabajó con Randy Brecker, se casó con él (luego se divorciarían) y se lanzó en solitario, liderando grupos donde tocarían a sus órdenes leyendas como los bateristas Jack DeJohnette o Peter Erskine. Editó su primer disco en solitario en Blue Note en 1989. En los lustros posteriores grabó álbumes dedicados a Jobim y otros con colaboradores de la talla de Herbie Hancock. Fue directora musical de Gilberto Gil, lideró a la Radio Jazz Orchestra danesa€

Una olvidada cinta con piezas inacabadas del legendario pianista Bill Evans fue el material con el que dio forma a Something For You, una evocación y una recreación de la música del creador. Se introdujo en el pop con Around The City (06), donde versioneaba a Santana, Bob Marley o Beck. Su último álbum, Light My Fire (Concord, 11), también combina samba con versiones pop de los Doors, Stevie Wonder, Gilberto Gil€ El álbum lo produce su esposo, Marc Johnson. «Light My Fire es uno de los discos de los que más orgullosa me siento. He conseguido darle una unidad, un sentimiento al disco que rara vez sucede», dice la propia Elias. La acompaña una nómina de reconocidos músicos con los que ya ha trabajado en ocasiones: Gilberto Gil, Randy Brecker, Romero Lubambo o Oscar Castro-Neves.

A modo de cuarteto, Eliane presenta Light My Fire como una oda a la elegancia. Su voz no necesita grandes recursos técnicos ni rango vocal para contarnos con solvencia las 12 historias del disco. Acaricia con su voz cada una de las notas que vocaliza, embriagando el espacio musical de una sensación melancólica pero esperanzadora, elegante pero vitalista. Eliane marca distancia con el jazz mas ortodoxo de anteriores trabajos para acercarse a la música pop brasilera e internacional.