La fuerza y la vitalidad de la poetisa Josefina Soria sigue vigente dos años después de su fallecimiento, algo que demuestra el último libro de la escritora, Es mi fiesta y lloraré si quiero, que acaba de publicar la asociación cultural La Sierpe y el Laúd de Cieza.

«Es un libro póstumo donde vienen recogidos 57 poemas de lo último que escribió», explica Marisa López Soria, hija de la escritora, y añade: «Lo recogimos entre Dionisia García, José Cantabella y yo. Algunos poemas ya estaban editados y publicados, pero la mayoría son inéditos».

El libro, que es el número 8 de la colección Accanto publicada por el grupo ciezano, mantiene el estilo cuidado y la belleza exquisita que caracteriza la poesía de Josefina Soria. «El amor, los sueños, la nostalgia, la vida y la muerte; y el paso del tiempo siguen apareciendo en este último libro, pero también hay intentos de actualizar la voz poética; era una estudiosa que se iba formando y evolucionaba», declara su hija, también escritora, quien recuerda que el título –«que es un canto a la vida y un plante al mundo»– lo eligió la propia poetisa.

El poemario ha sido presentado en Murcia y Cartagena, ciudades de adopción de Soria, y recientemente se presentó también en Albacete, su ciudad natal.

De los 57 poemas que recopila Es mi fiesta y lloraré si quiero, hay dos que se desarrollan a partir del título del libro, Es mi fiesta y Era mi fiesta.

Éste último lo recogió el poeta y amigo de la escritora Antonio Marín Albalate en una grabación de la propia escritora; una grabación que sorprendió a los asistentes durante la presentación en Cartagena. «Fue muy emocionante escuchar su voz leyendo el poema, porque esa fue la última entrevista que concedió. Estaba enferma y como no tenía agilidad hablando, leyó sus poemas» relata Marisa López.

Otros de los versos que destacan sus allegados son los de Acabamiento. Según su hija, «el poema habla de cuando uno se hace mayor, del paso del tiempo, de cómo se asume y se ven llegar las cosas sin tanta prisa, la vida se ve con nostalgia pero se sigue disfrutando de ella».

Otras composiciones tratan del amor por la palabra, de la luz, del amanecer, e incluso algunos son como juegos, un intento actualizar su poesía, como Recado en el contestador.

Admiración y aprendizaje

Marisa López Soria es la mayor admiradora de la literatura que escribió su madre «por la fuerza y vitalidad de sus poemas, porque aunque algunos sean sobre la tristeza y la nostalgia, tienen mucha fuerza. Me asombra su capacidad de mirarlo todo como si fuese la primera vez, con extrañeza, como hacen los buenos artistas».

Esta admiración llevó a López Soria a seguir los pasos de su madre y a escribir libros de literatura juvenil e infantil. «Recuerdo que de pequeña buscábamos juntas el significado exacto de las palabras en el diccionario y que siempre me decía que las palabras nunca son lo que parecen porque van cambiando de contexto. Eso es fundamental a la hora de escribir y es una de las claves que mueve mi obra y que pretendo inculcar a mis alumnos», afirma la profesora e hija de la poetisa.

Hoy, 29 de abril, se cumplen dos años del fallecimiento de la escritora y son muchos los que siguen idolatrando la obra que dejó Josefina Soria en su corpus poético con algunas obras tan destacadas como Por si me sueñas, Propaganda armonía, El alba oscurecida, Del amor y otros sueños, Alzad la voz, La oscura gente y por supuesto, Es mi fiesta y lloraré si quiero.