De lo único que le cuesta hablar a la bailaora torreña Cynthia Cano, pura energía cuando baila y también al teléfono, es de sus virtudes sobre el escenario. «No sé... Tengo mi estilo. Mis pies, quizás. El ritmo y el compás lo tengo; pero vamos, que soy normalita», dice modesta esta joven de 18 años para quien, ya superada la Selectividad y el Grado Medio en el Conservatorio de Murcia, los ensayos de 8 horas diarias son «como un trabajo».

Solo dos veces la vio bailar el coreógrafo Javier Latorre, «uno de los mejores que hay en la actualidad», pero fue suficiente para que avisara a los organizadores de la Muestra de Flamenco Los Veranos del Corral de Granada de que había una joven en Murcia a la que había que prestar atención. Y el 13 de agosto actuará en el Corral del Carbón.

También pensó Latorre que Cano podría encajar en el nuevo proyecto que tenía entre manos el coreógrafo: un espectáculo para rendir homenaje a una de las grandes, Carmen Amaya. La joven se presentó así al casting convocado y ha formado parte del reparto –siete chicas y tres chicos– que acaba de grabar un videoclip, con música de Paco de Lucía, sobre la vida y la trayectoria de Amaya. Una experiencia «muy buena» que podría completarse, si se cumple lo previsto, con un musical sobre la bailaora y cantante catalana, fallecida en 1963, que empezará a gestarse a finales de año. Producido por Manuel Stam, con dirección y coreografías de Javier Latorre, el espectáculo conmemorará el centenario del nacimiento de Carmen Amaya –que se cumple en 2013– y realizará una larga gira internacional durante dos años.

Actuaciones en Madrid y Francia

El talento de la bailaora catalana, aunque falleció hace casi 50 años, no le es ajeno a Cynthia Cano. «Fue un monstruo, la más grande... Mi coreógrafa siempre me ha hablado de ella y el año pasado yo di una conferencia sobre el taranto, que ella fue la primera que lo hizo –en esto hay diferentes opiniones, pero yo creo que fue ella–, así que la tengo muy presente», comenta la bailaora murciana, quien asegura que Amaya era buena «en todo». «Sus pies eran increíbles, los pitos, cómo repiqueteaba las palmas... Era pequeñita, pero es que tenía un pellizco impresionante», afirma esta joven que también tiene ya cerradas en su agenda actuaciones en Las Torres de Cotillas –el 17 de marzo–; en Madrid, en el Casa Patas –estará del 27 de febrero al 3 de marzo, acompañada por Jesús Carmona y Nino de los Reyes–; y una pequeña gira por Francia en los meses de junio y julio. En el país galo seguirá con un proyecto iniciado el pasado año, en colaboración con una artista audiovisual, en el que el flamenco se combina con piezas audiovisuales en una suerte de performances, explica Cano, convencida de que «hay que seguir innovando y luchando por conseguir un estilo propio poco a poco».

«Es que ha sido cumplir los 18 y empezar a salir cosas», dice la bailaora, quien sí se confiesa, ahora sin tanto pudor, «muy trabajadora, muy curranta». No en vano lleva desde los ocho años enamorada del flamenco, al que llegó un poco por casualidad, ya que nadie de su familia ha hecho de él su profesión. «De chica tenía mucha energía y bailaba de todo», recuerda, aunque una actuación en el concurso de Teresa Rabal Veo Veo le descubrió que el flamenco era lo suyo. Ahora que tiene algo más de tiempo libre ya está ansiosa por informarse más «sobre el mundo flamenco y trabajar, ensayar...», aunque, con los pies en el suelo, cuenta que también empezará a estudiar Periodismo en la universidad a distancia, «que nunca se sabe lo que puede pasar –argumenta– cuando tenga 40 años».