La profesora Gloria María Tomás y Garrido, titular de Bioética de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), defendió el pasado día 31 de marzo en el Paraninfo de la Universidad de Alicante, dentro del V Curso de Ciencia y Sociedad, que la homosexualidad "es una enfermedad y, como tal, puede tener una solución", entre otras declaraciones abiertamente homófobas.

Las palabras de la conferenciante no dejaron indiferente a la coordinadora del curso, Paloma Gómez Schiavon, quien le mostró su desacuerdo con sus declaraciones. El auditorio, prácticamente lleno, tampoco compartió la tesis de Tomás y Garrido, aunque guardó las formas e incluso le aplaudió al término de la intervención a petición de ella misma.

En el vídeo de la ponencia, que se puede consultar en informacion.es, la profesora Tomás y Garrido señaló que "yo no sé vosotros la experiencia que tenéis de trato con personas que tienen esta enfermedad" en alusión a la homosexualidad y todavía fue a más al añadir ante el público presente: "Lo único que puedo señalaros es que no os deseo a ninguno el sufrimiento de este tipo de personas". Gloria María Tomás y Garrido afirmó también que "otra de las perversiones son el problema de la bisexualidad" y llegó incluso a comparar la aparición de la masturbación con que a un niño le quiten la merienda. "A ver, hay gente que es homosexual desde el primer punto, que sería enfermedad, porque tiene mal la proporción, como decía, de los sexos, y eso es regulable porque noÉ Nunca tienes en cuentaÉ NuncaÉ Lo ven, pero está comprobado que genéticamente que no existe y, si no es genético, no está determinado y se puede arreglar", aseguró la profesora sobre la homosexualidad.

Gloria María Tomás invitó al público al término de la ponencia a poder rebatir su exposición del tema: "Estoy dispuesta a daros mi correo y a mandaros cosas y a que trabajéis el tema. No tengo ni medio interés en convenceros de nada, creo que mi exposición ha sido bastante clara, que la línea es decir para qué sirve el sexo y para qué está el sexo".

Finalmente, Tomás y Garrido recalcó en varias ocasiones que en su ponencia no había faltado el respeto "a nadie".