Está convencido el escritor molinense Paco López Mengual que «no hace falta visitar lugares exóticos o lejanos para vivir una hermosa aventura», y asegura que disfruta igual con un viaje a Nueva York que a Cuenca. Lo importante es el viaje en sí, algo que cuenta que le sirve para «alargar el tiempo y la vida». «Por ejemplo, si pasas todos tus veranos en el mismo lugar, los recuerdos se acaban mezclando, todos parecen iguales; pero si viajas a lugares diferentes, si sales de la rutina, los recuerdos se vuelven más duraderos, es como si se ralentizara el tiempo», reflexiona el autor murciano, quien acaba de presentar su libro Recuerdos de Lisboa –el primero de prosa editado por la asociación ciezana La Sierpe y el Laúd en la colección Acanto, hasta ahora exclusiva de poesía–.

Esta es una obra que nació de un viaje que López Mengual hizo en 2007 y que, según explica el autor, «está a medio camino entre un diario de viaje y una guía». En ella, el lector encontrará «la mirada particular» del molinense, quien define Lisboa como «una ciudad que, aunque no tiene grandes monumentos, está llena de rincones que envuelven al viajero, que cautivan».

«Igual que hay gente que va siempre con la cámara a cuestas o que compra souvenirs», López Mengual confiesa que lo que nunca falta en su maleta es «un lápiz y una libreta», en la que va anotando «pequeñas pinceladas de la ciudad». Su interés –cuenta– está más en «captar los sabores y olores de la ciudad, en las anécdotas...». «Me atrae mucho más una escena de una pareja besándose en la calle que un monumento», añade este apasionado de los viajes y de la literatura que también disfruta recorriendo mundos –reales o imaginarios– con un buen libro.

«Leer es también una buena manera de viajar», apunta, y añade que escribir es, para él, otra forma de «alargar la vida». «Hace solo seis años que publiqué mi primer libro, pero parece que he vivido veinte años en este tiempo», comenta el autor de El último barco a América, una novela que sigue dándole «grandes satisfacciones» y sorpresas. La última, que, con motivo de la celebración del Día Nacional de la Librerías, el Gremio de Libreros eligiera su libro como uno de los 24 mejores de 2011.