«Mira amigo, no me toques los huevos, las canciones son de todos». Así respondió Juan Aguirre, guitarrista de Amaral, ante las palabras del entonces ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, que hizo referencia a Sin ti no soy nada en el Congreso de los Diputados a la hora de dirigir su discurso hacia las filas del grupo popular. Llegaba a su fin la primavera y, a tres meses de la edición de su nuevo disco, el dúo zaragozano no podía ni imaginar lo que daría de sí esa manifestación pública. Desde entonces, vuelve a salir la política al hablar de la nueva gira de Amaral.

Aguirre y Eva Amaral se sienten «gratamente sorprendidos y muy desbordados» por el éxito del disco –ya es Disco de Oro– y de la gira, ya que han tenido que añadir varias fechas tras agotarse las localidades en varias ciudades. Murcia ha sido una de ellas y, tras colgar el cartel de ´no hay entradas´ para el sábado 26 de noviembre, anunciaron la celebración de otro concierto para el viernes 25. A cambio del apoyo recibido, ellos prometen corresponder «haciendo los mejores conciertos posibles».

Habían anunciado un «cambio radical», que estaban desechando cualquier melodía que se pareciera a algo anterior de su material. ¿Realmente creen que Hacia lo salvaje es tan diferente? ¿Que es el disco ´menos Amaral´ de Amaral, como se ha llegado a decir?

EVA: Es una evolución lógica de lo que habíamos hecho anteriormente, pero hemos conservado nuestra personalidad. Queríamos que el sonido estuviese más basado en las guitarras de Juan, que tienen mucha entidad y dotan de personalidad al grupo. Continuamos por un camino que iniciamos con el anterior disco, Gato negro, dragón rojo.

¿Qué les aporta la incorporación de Jaime García Soriano (Sexy Sadie) a los coros y a la guitarra rítmica?

E: Tal y como está construido el disco, es importante que los pilares de guitarra estuvieran también en directo, las potentes y las rítmicas. Yo todavía no me siento capaz de llevar todo el peso de las guitarras rítmicas, y Jaime es un amigo de toda la vida. Nos encanta cómo toca la guitarra y maneja influencias comunes a las nuestras. Se entiende muy bien con Juan.

¿Cómo será vuestra puesta en escena para este nuevo concierto?

JUAN: Tocaremos con tres guitarras. Y puedo adelantar que será un concierto eléctrico y potente. El disco nuevo tiene momentos más tranquilos y otros más salvajes. Es un disco de bastante contraste. Cuando nos juntamos Eva y yo en el local somos muy impulsivos y poco analíticos, pero el disco suena muy potente en directo.

¿Qué hay detrás del título del disco?

E: Hacia lo salvaje hace referencia a ir hacia lo desconocido, a lo misterioso y a volver a la esencia del ser humano. Acercarnos a la naturaleza o a los animales. Es como una huida de la civilización realmente para ser mucho más civilizado que en el lugar en el que vivimos ahora; que lo hemos vuelto un poco inhumano. No hace tanta referencia al sonido del disco como a la temática de la canción que engloba el resto del disco. Hay gente que ha relacionado el título con la película de Sean Penn Hacia rutas salvajes y, aunque la verdad es que no la había visto, he flipado porque la historia que cuenta es muy similar a la de la canción. Me emocionó mucho la película, y además la banda sonora, con Eddie Vedder (Pearl Jam) sacando su lado más folkie, me encantó. La necesidad de decir «me tiro en marcha de este tren» es algo que todos llevamos dentro.

¿Cómo fue grabar en los estudios Electric Lady de Nueva York? ¿Se percibe el espíritu de Jimi Hendrix por allí?

E: Sí, queda mucho. Han conservado muy bien el sitio. Si no entendí mal, era el garito nocturno preferido de Jimi Hendrix y lo compraron para montar el estudio dentro. Conserva ese punto psicodélico que debía de tener aquel bar de marcha. Había un ambiente de trabajo muy guay. Estuvimos mezclando el disco con Michael Brauer. Nos lo recomendó nuestro productor, que había hecho un curso con él y creíamos que podía aportar un buen sonido a lo que estábamos haciendo en O Gato Negro. No fue un capricho. Pensamos que podía funcionar, como así ha sido.

Han publicado este disco por primera vez en su propio sello, Antártida. Además de que Antártida es una de sus canciones, ¿va también por el hecho de que fuera de una gran discográfica hace mucho frío y se está muy solo?

E: Ahora mismo estamos muy bien (risas). Antártida es una referencia a un lugar misterioso, donde nunca hemos estado pero que nos imaginamos como muy deslumbrante. Es una referencia a la realidad, que a veces es tan brillante que te ciega. Nos gustó mucho como nombre del sello, como la bandera bajo la que vamos a editar nuestros discos a partir de ahora.

Antártida y Olvido suenan a R.E.M. (Antártida, a Orange Crush) y Si las calles pudieran hablar, a The Smiths.

E: Podría ser, sí. Los Smiths han sido una influencia bastante grande, y R.E.M. también, sobre todo en la forma de tocar la guitarra de Juan. Nunca hemos sido amigos de hacer ningún tipo de estilo, las influencias se tienen que filtrar a través de tu manera de ver la música, pero siempre hemos sido fans confesos de R.E.M. y de los Smiths.

Habéis agotado las localidades en muchos sitios, incluso antes de que el disco saliera a la venta.

E: Estamos muy emocionados. Nos sentimos muy contentos con la respuesta del público. Estamos locos de contentos y tenemos muchas ganas de darlo todo y de tocar nuestras nuevas canciones.

¿A qué se debe que en EE UU, por ejemplo, un grupo se alinee en alguna opción política y pueda decir lo que sienta y quiera sin más y que aquí se amplifique todo tanto si se mezcla la música con ese tipo de discursos públicos?

E: Considero que ahora mismo todo el mundo está un poco sensible y los medios de comunicación, también. Nosotros, de todas maneras, siempre hemos expresado nuestra opinión. Apoyamos lo que entendemos que es justo, pero sin alinearnos con ningún partido político. Porque si lo estuviésemos con alguno, estaríamos afiliados, y no lo estamos. Pero como ciudadanos, no como alguien que toca la guitarra o canta, como gente de la calle, también tenemos derecho a opinar, aunque a nosotros se nos ponga un micrófono. Vamos a seguir apoyando, como hasta ahora, las cosas que entendemos que son justas respecto a nuestra manera de pensar. Eso sí, como balance de todo el jaleo pasado, podemos decir que es buena señal que tenga tanta repercusión lo que podamos decir.

J: De todas formas creo que la gente de la calle, respecto a la política, lo ve todo de una forma más natural que algunos medios de comunicación.

El apogeo del 15-M coincidió con el proceso de grabación en el centro de Madrid, a pocos metros de Sol. Hay quien ha dicho que algunas letras, como la de Como un martillo en la pared, parecen inspiradas en aquellos días.

E: Las canciones estaban compuestas antes de que sucediera todo lo del 15-M. Aunque sí es cierto que grabamos las canciones muy cerca de la Puerta del Sol, el centro neurálgico del movimiento. Salíamos a tomar un café y veíamos a la gente hablando y debatiendo en las asambleas. Fue increíble la ilusión que trasladaban a la gente todas esas personas. Nosotros no nos quedamos a dormir, no éramos protagonistas de nada, simplemente estábamos grabando un disco cerca. En las canciones quizá está ese sentimiento de que algo no va bien y algo tiene que pasar.