­Dos mujeres, dos cantantes y dos artistas que mañana actúan en Murcia. A primera vista, estas son las únicas coincidencias de las protagonistas de dos de los conciertos más importantes de este fin de semana en la ciudad. Una tiene 56 años, la otra, 37. Una, aunque ha hecho incursiones en el pop, la balada y el bolero, es una defensora a ultranza de la copla. Otra comenzó a arrasar con un pop completamente personal, primero en México y, después, en España. En definitiva, nada que ver, si no fuera porque ambas son mujeres de carácter que, aunque

no soportan hablar de su vida, son capaces de decirlo absolutamente todo en el escenario.

Son Isabel Pantoja y Mónica Naranjo y los espectadores tendrán que decidir mañana si acudir al Cuartel de Artillería a ver a una de las pocas damas de la copla que quedan o acercarse al Auditorio Regional para ver la ´conversión´ de la cantante catalana en Madame Noir.

En uno u otro caso, los seguidores de cada una de las cantantes aseguran que son capaces de transformarse completamente en el escenario.

La tonadillera sevillana olvida sus problemas con la justicia, sus acuerdos y desacuerdos con la prensa rosa y sus desamores para ofrecer al público su cara más amable y sus mejores canciones, en las que muchos quieren ver ciertas notas autobiográficas. De hecho, ya dice mucho de esta artista el título del disco que presentará en Murcia, No me parezco a nadie. El álbum, con cinco temas inéditos compuestos por Juan Gabriel, director y productor del mismo, incluye desde rancheras hasta baladas contemporáneas. Pero en cada concierto Isabel Pantoja tiene que repetir las canciones que hace ya décadas la catapultaron a la fama. Desde aquel Marinero de luces –título del disco que le compuso José Luis Perales tras la muerte de Paquirri–, hasta Hoy quiero confesarme, Se me enamora el alma o Que se busquen a otra.

Desde que con seis años comenzara a actuar con Chiquetete ha llovido mucho. Mucho en el terreno profesional –veinte discos, cuarenta discos

de platino, Premio de Honor de la Academia de la Música– y mucho en el personal, sobre todo, tras la muerte de su marido en 1984, lo que la convirtió, ya para siempre, en la viuda de España. Pero hasta ahora Isabel Pantoja ha querido dejar claro que es una mujer que nada, o casi

nada, la bajará de un escenario.

La misma fuerza tuvo que demostrar en los años noventa Mónica Naranjo para demostrar su talento en nuestro país. Antes de su famoso tema Desátame ya había triunfado en México, pero en España las cosas no parecían tan fáciles. Fue a partir de Palabra de mujer –vendió un millón de copias en Europa– cuando todo cambió. Se convirtió en una diva encima de las tablas y en sus apariciones televisivas, ganó tres World Music Award y continuó una carrera discreta fuera de las tablas, pero meteórica encima de ellas. A Murcia llega acompañada tan sólo de un piano de cola y convertida en una seductora diva de los años cincuenta. Los espectadores se adentrarán en una película de cine negro para escuchar desde los temas que han marcado su carrera hasta el espectacular Nessum Dorma.

En el año 2000 Mónica cantaba a voz en grito aquello de Sobreviviré. Once años después, con una puesta en escena más calmada, sigue en pie de guerra confirmando que su voz es capaz de seducir a un público heterogéneo.

Isabel Pantoja y Mónica Naranjo son, cada una a su manera, dos supervivientes con dos maneras de entender la música. Mañana los espectadores tendrán que decidir a quién escuchan. Porque son dos mujeres con muchas cosas que decir.