Para quien esté algo ´puesto´ en música de raíz, hablar de Juan de Marcos González es hacerlo de una de las más grandes figuras vivas de la cultura cubana. Para quien no lo esté y quiera saber por qué es quien es, no tiene más que acercase hoy a las 20.00 horas a las Puertas de Murcia de Cartagena, donde su actual banda, la Afro-Cuban All Stars, ofrece el concierto de inauguración del Festival de Jazz, que patrocina LA OPINIÓN. La entrada es libre.

En los últimos años se habla más y mejor de la música afrocubana en todo el mundo. ¿Dónde está la clave de su éxito?

La música cubana siempre ha tenido mucho éxito, sobre todo por el mestizaje de distintos elementos de la civilización occidental y africana. Además, la propia cultura africana que llegó a América a través del esclavismo era a su vez mestiza. Por ejemplo, Nigeria nunca ha existido como nación, es un conglomerado de etnias cada una con su sustrato cultural. En la música cubana incluso hay elementos del flamenco, como el ´complejo de la rumba´., que es herencia de la cultura árabe

Quizá otros géneros de menor calidad como el ´reggaetón´ nacidos también en Latinoamérica sean más populares que la música tradicional cubana, ¿qué piensa usted de eso?

En principio no discrimino ningún tipo de música porque todas tienen su sentido. El reggaetón es el desarrollo comercial latino de un reggae jamaicano que no era tan intelectual como el de Bob Marley o Peter Tosh. Los boricua tomaron la base rítmica y el contexto y lo hispanizaron, aun que su literatura es muy machista. Evidentemente, no tiene la complejidad artística del jazz o la música de raíz de Buena Vista Social Club, por ejemplo.

¿Y no cree usted que es un problema de cultura musical, que se consume lo primero que entra por los oídos y que no se valoran adecuadamente estilos y ritmos como los afrocubanos?

En realidad la música cubana de raíz ha tenido mucha repercusión en todo el mundo. Ustedes contaron en España con un cantante cubano que murió aquí y cuyas canciones entroncaban con la tradición, me refiero a Antonio Machín. Aún así, es difícil mover la música tradicional en los mercados actuales pese a que existen circuitos como el de la World Music. Fíjate que un país con mucha menor tradición cultural que España o Francia, como es Estados Unidos, es quien marca las tendencias del mercado.

Usted siempre ha preferido alejar la política de la música, de no mezclar una cosa con la otra, ¿no es así?

Se puede entender la música de las dos formas, desde una perspectiva política y desde la opuesta. El arte siempre ha tenido una vinculación política en todas sus manifestaciones, sólo hay que recordar a poetas españoles como Rafael Alberti o Miguel Hernández, a Eluard en Francia o Rilke en Alemania. Yo, aunque soy un hombre de izquierdas, entiendo que no es necesaria la política en las artes. Pienso que alguien se implica políticamente acaba contribuyendo a la causa de otro que quizá sólo busque satisfacer sus propias apetencias económicas o psicológicas.

¿Cuál ha sido la expresión musical o cultural que más le ha impresionado a lo largo de su carrera?

Muchas cosas. El rock and roll de los 70, sobre todo el inglés de Led Zeppelin o los Beatles, por la ruptura con los cánones musicales anteriores. A finales de los años 70, cuando Cuba ya estaba aislada y sólo se escuchaban las emisoras comerciales norteamericanas en la isla, músicos como Carlos Santana iniciaron un movimiento que que rompió con esa hegemonía de lo comercial y comenzó a reivindicarse nuestra propia herencia cultural con grupos como Sierra Maestra, del que formé parte. También rompimos con esquemas anteriores. Ahora en Cuba hay un nuevo movimiento formado por ´rappers´ cuya literatura no es política, sino contestataria, que refleja la realidad del cubano, del día a día, sin irse a extremos políticos de uno u otro signo.

¿Con qué se va a encontrar la gente que vaya a ver la actuación de Afro-Cuban All Stars?

Vamos a tratar de hacer un recorrido por la música cubana desde los estilos más tradicionales hasta los más contemporáneos, esperamos transmitir así el espíritu de una nación, de un pueblo, la cubanidad. Yo soy un músico de formación sinfónica y no me gusta establecer distinciones entre música antigua y música nueva, por eso vamos a intentar hacer un amplio recorrido aunque no total, porque abarcaría más de 80 estilos. Demostraremos que la música cubana no es sólo pachangueo, aunque también me gusta en su momento, ¡soy antillano!