El Estrella Music Festival, el de las ´chapas´, se ha convertido en el punto fuerte de la Semana de Bienvenida Universitaria de la UMU. La clave es botellón, radiofórmula y aeróbic para universitarios y, en vez de camisetas de Bob Marley, de Estrella de Levante.

Quien iba a imaginar que Macaco fueran capaces de subir como la espuma y ser en la actualidad uno de los grupos con más tirón. Su rock de fusión transita por los terrenos más asequibles, para todos los públicos, lleno de buen rollito y frases bastante tópicas cargadas de referencias habituales en su imaginería.

Macaco arrancaron al ritmo de Aquí y ahora, un tema incluido en su Puerto presente. Luego llegarían Moving y finalmente Con la mano levantá. Una colección de canciones condimentadas con reggae y rumba catalana, sus dos pasiones, que están salpimentadas de rocksteady, bases hip hop y funk. Aunque pueda parecer un ramillete de clichés, lo cierto es que contagia de optimismo y ganas de bailar y corear las canciones. El coso taurino se convirtió en un gran karaoke con Dani ´Mono Loco´ lanzando mensajes entre canción y canción que pueden llegar a ser un poco cargantes. Hay quien lo ve como una especie de gurú; quien sólo ve en él a un perroflauta, pero seguramente él es una persona todoterreno, y su mensaje ha sido siempre un poco simple, lo que puede haber facilitado cierto reduccionismo proclive a parodias tipo celebrities de Muchachada Nui. Tras casi dos horas de abrasivo show, pudimos escabullirnos entre el gentío, que seguía ¡con la mano levantá!.

Antes estuvieron unos tipos llamados Melocos ¿Pero no teníamos bastante con aguantar a Andy & Lucas? ¿Y éste grupo de qué va? Algo penoso. Mira que soy abogado de las causas perdidas, pero esta atrocidad que sucedió ante de mis ojos era como para echarse a temblar. Que me aspen, pero, si esto es lo que consume el espectador medio, no me extraña que la cultura musical de la población esté en franco retroceso. A medida que iban descubriendo su repertorio con algunas de las canciones más populares de los 80, que destrozan, me parecían más y más horripilantes, de vergüenza ajena. Y encima el cantante, si se puede llamar así, se pasa todo el rato dando gritos incitando a levantar ora la mano izquierda ora la derecha … Serán buena gente, pero… Aarrgh. Patético. Casi me merecen más respeto los de OT.

Lo mejor de la noche fue el principio: Varry Brava, que apenas llevan un año en esto y se han labrado una reputación envidiable. Los Varrys llaman la atención en primera instancia por sus ropas y actitud, por su glamour de chicos de barrio gamberros y descarados a los que les gusta bailar, la locura y el exceso. Sus canciones new wave y disco desprenden un cinismo confesional. Son canciones de fan del pop que habla al fan del pop, y lo hacen en su propio código. Se arriman con gracejo a la música disco y rebobinan hasta los ochenta deslizándose por el tobogán de las grandes canciones de acción inmediata, como No gires (esos estribillos descarados y un poco primitivos puede dar sentido a una noche).

En directo presentan un sonido eufórico, y, como en su disco, hay una placentera sensación de intemporalidad que reconforta. Grabarán mejores discos, pero Ídolo ya toca la fibra. Cada vez más ensamblados, defienden sus canciones con ganas de pasarlo bien, y ya presentan nuevas (No te conozco parece apelar al Centro de gravedad de Battiato sobre una base funk). Su desparpajo y energía sobre el escenario son los de quien puede conseguir todo lo que se proponga. Los próximos meses serán cruciales para determinar si Varry Brava caminan imparables hacia el estrellato. De lo que no cabe duda es que a cada actuación ganan nuevos adeptos. Excelente concierto, y qué calidad de sonido ¿Les damos un 10? Cuando toquen en el SOS darán el campanazo.