¿Cuáles son los ingredientes que contiene La huella para «atraparnos sin remedio»?
Es de esas veces que los autores están en vena y consiguen crear una comedia policiaca, que tiene interés para el espectador sin dejar de tener humor, donde consigue unos personajes interesantes, unos diálogos ingeniosos y ágiles. Creo que esta obra tiene muchas sorpresas para el público manteniéndolo siempre en la intriga.
La huella narra la historia de Andrew Wyke, ¿cómo presentaría usted a este escritor?
Es un escritor de éxito que se va a encontrar que la vida le ofrece una novela de las que él está escribiendo y la va a tener que vivir en primera persona.
Un actor siempre tiene un momento en su vida en el que descubre que no quiere dedicarse a otra cosa que no sea el teatro, ¿usted también vivió ese día?
Sí claro, una noche que asistí al estreno de Enrique IV de Pirandello que dirigía José Tamayo y protagonizaba Carlos Lemos en el Teatro Español. Esa noche decidí que si el teatro podía ser tan maravilloso, no quería hacer otra cosa en mi vida que no fuera dedicarme a él.
Ha trabajado en cine, teatro, televisión... ¿Cuál es la niña de sus ojos?
He trabajado y sigo trabajando en los tres medios. Yo disfruto más el teatro. En televisión o en cine se realiza por secuencias que no se ruedan en un orden lógico, pero una vez que el actor pisa el escenario ya se ha convertido en el personaje y tiene que desarrollarlo de principio a fin, es más satisfactorio.
¿Cuál ha sido el personaje que más satisfacción le ha dado?
Han sido muchos, porque todas las temporadas el teatro me ha ofrecido un espectáculo interesante. Por citar alguno, el Cyrano de Bergerac en el Teatro Español, para mí fue cumplir mi sueño de joven. Otro momento muy especial ha sido realizar El Veneno del teatro junto a José María Rodero al trabajar con un actor mítico.
¿Qué es más difícil, hacer reír o hacer llorar?
Yo encuentro que es más fácil la comedia, en el drama el actor sufre y el sufrimiento siempre produce más cansancio. Hacer reír siempre es más gratificante.
En la actualidad trabaja en la serie Doctor Mateo con Natalia Verbeke, que tuvo que ver sin saberlo en la decisión de que ella se convirtiera en actriz....
Rodábamos una película y ella me dijo: ‘Parte de culpa de que yo esté aquí la tienes tú, porque fuiste un día al instituto a dar una charla y hablaste con tanto entusiasmo de tu profesión de actor, que a partir de ese momento quise ser actriz’.
¿Cómo afecta la crisis al teatro?
El teatro no está en crisis, la crisis la tienen los ayuntamientos que te contratan menos o tardan más en pagar. El teatro está más boyante que nunca y el público llena las salas. La crisis actual se capea porque el público está con nosotros.
