Ricardo Alarcón Buendía, director del Instituto de Enseñanza Secundaria Jiménez de la Espada, de Cartagena, falleció el lunes pasado a los 66 años de edad dejando un legado del que son herederos los miles de alumnos a los que dio clase y que descubrieron gracias a sus enseñanzas la cultura grecolatina, su gran pasión como educador y como persona. No en vano fue uno de los artífices de que Cartagena se convirtiese desde 1996 en una de las sedes del Festival Juvenil Internacional de Teatro Grecolatino, que congrega todos los años en la ciudad portuaria a centenares de jóvenes.

La implicación de Ricardo Alarcón en el panorama educativo de Cartagena fue tal que la propia alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, expresaba ayer su pesar por el fallecimiento del docente, que era catedrático de Latín y Griego y doctor en Filosofía.

La primera autoridad municipal mostró sus condolencias a la familia del fallecido y afirmó que Ricardo «deja una profunda huella entre nosotros por su calidad humana, el recuerdo de una gran labor profesional y numerosos proyectos en los que puso su ilusión y esfuerzo y que nosotros seguiremos defendiendo en su memoria», precisó Barreiro. El ayuntamiento de Cartagena recuerda en un comunicado que Ricardo Alarcón Buendía desarrolló una intensa labor docente a lo largo de su vida y fue especialmente activo al frente de la comunidad educativa del Instituto Jiménez de la Espada y de la Escuela de Hostelería. Además, fue un estrecho colaborador en el desarrollo de los proyectos educativos municipales. Uno de los últimos proyectos en los que colaboró fue en el ciclo de charlas organizado por el Museo Arqueológico de Cartagena sobre el Mundo Funerario Romano. Precisamente, su ponencia trató sobre El concepto de la muerte en el mundo grecolatino. Ricardo Alarcón estaba casado con Aurora Llamas Inglés y deja seis hijos. Tras la misa funeral que se celebró durante la tarde de ayer en la capilla del tanatorio Estavesa, sus restos fueron trasladados hasta el cementerio de la pedanía murciana de La Ñora, donde recibieron sepultura.