Pedro José García Andreo muestra desde ayer en la sede de la Cámara de Comercio su Alma de Metal. Así se llama la exposición en la que ha recopilado buena parte de sus esculturas de acero cuya temática es variopinta. Un Quijote, una menina, una guitarra, un dinosaurio, una flor de Jericó o su particular homenaje a la batalla de El Albujón, previa a la guerra de sucesión española forman parte de esta colección en la que el artista cartagenero funde los hierros para ofrecer su propia visión de cada uno de los elementos y momentos que quiere representar. «No me he centrado en una tema en concreto, sino que muestro formas e instantes que he hecho porque me apetecía hacer», subraya.

Sus obras también se pueden ver en la calle, ya que Pedro J. García Andreo exhibe orgulloso grandes esculturas en diversos puntos de la comarca. Suyas son esculturas como la que homenajea a los donantes de sangre ante la puerta del Hospital del Rosell, el homenaje al cartero en Pozo Estrecho, la que rememora el centenario del Instituto Politécnico de Cartagena, o la del centenario del Colegio Maristas también en la ciudad portuaria.