Aficionado a las remezclas y a pinchar en clubs, el DJ puso el sábado el broche de oro al SOS 4.8 ante el entusiasmo incondicional de miles de personas. Unos minutos antes de incendiar el escenario con sus platos, el 'gordo delgado' concedió una entrevista a LA OPINIÓN.

Conocía Murcia antes de venir al SOS 4.8?

Sí, he venido varias veces a la casa que tienen unos amigos en La Manga. Pero no me gusta aquello. Hay demasiados ingleses.

¿Qué le parece el festival?

Acabo de llegar, pero parece que todo el mundo se lo está pasando muy bien. Es deliciosamente tarde, como es habitual en España, y da la impresión de que este será el primer gran festival del verano... ¡Chaparrón incluido! Es como si la temporada comenzase aquí.

¿Hay algo que pueda detener un concierto de Fatboy Slim?

Hace falta más que lluvia. He sufrido una tormenta de arena en Dubai, un diluvio bíblico en Australia, y nada ha detenido el espectáculo. Sólo he cancelado un concierto en toda mi vida, y fue porque estaba en rehabilitación.

¿Qué se puede esperar de una actuación suya?

El problema de ser un DJ es que es muy estático. No me puedo mover por el escenario, tengo que estar pinchando. Así que lo compenso con un gran espectáculo visual, con lásers y pantallas. Intentaré que esta noche también caigan rayos.

¿Planea repetir su maratón musical en Brighton, hace dos semanas?

Fue increíble. Muchos pensaban que no podría aguantar, pero no paré durante cinco horas. ¡Y no me morí! Además, recaudamos dinero para una ONG. Ahora bien, no sería capaz de repetirlo.

Ya que menciona la ONG, ¿se preocupa por el medio ambiente?

Hago lo que puedo, pero no más que el resto de la gente. Me viene de niño, crecí en un entorno concienciado con la ecología: mi padre fue el que introdujo los contenedores de vidrios en el Reino Unido.

Tiene más de 20 nombres artísticos. ¿Por qué tantos apodos?

Porque Norman no suena demasiado bien. Además, cambiar de nombre ocasionalmente me permite sorprender a los que conocen demasiado mi música y ya van con ciertas expectativas.

¿Prefiere remezclar canciones o componer sus propios temas?

Adoro las remezclas. Me gusta coger una cosa de aquí, otra de allí y ver lo que sale. Es lo que más me atrae del trabajo de DJ.

Elija un arma musical: ¿sintetizador o guitarra?

Me quedo con la guitarra bajo, me encanta cómo suena.

¿Pinchar en un club, tocar en un concierto o grabar en estudio?

Los dos primeros, sobre todo pinchar, porque es más espontáneo. Me permite probar cosas distintas, arriesgarme en nuevas direcciones. Me gusta también el gran espectáculo de un concierto, reunir a un montón de gente ante el escenario. Pero lo que es trabajar en un estudio... no me atrae mucho.

Sus videoclips son muy cinematográficos, y sus canciones han aparecido en docenas de películas. ¿Para cuándo una banda sonora?

Es una de las cosas que me gustaría hacer antes de morir, componer toda la música de una película. Pero tendría que ser una muy extraña, de los Coen o Spike Jonze.

Con Spike ya ha trabajado.

Sí, tendré que hablar con él para ver si hacemos algo juntos.

En su último disco ha colaborado con David Byrne.

Es un tipo muy callado, así que tardé media hora en darme cuenta de lo agradable que es. Nos resultó muy fácil trabajar juntos. Él ha sido una de mis mayores influencias, así que no tardamos en conectar.

El álbum gira alrededor de Imelda Marcos. ¿De quién fue la idea?

Fue totalmente suya. No sé de dónde la sacó, pero sus ideas más locas son siempre las mejores. Cuando me llamó, no pude negarme.

¿Qué es lo más extraño que le ha pasado durante una actuación?

En medio de un concierto se subió al escenario Kevin Spacey. Lo único que hizo fue acercarse a mí y decirme "me encanta lo que haces". Yo no me podía mover del sitio, le dije que estaba ocupado con los platos, así que él asintió y se fue. No lo he vuelto a ver. A día de hoy todavía no estoy seguro de si lo soñé.