El 80 por ciento de españoles consume demasiada sal en su dieta, una media (9,7 gramos al día), que casi duplica la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja cinco gramos diarios.

El problema de los consumidores no es tanto que abusen del salero a la hora de cocinar o en la mesa, de donde viene el 20 por ciento de la sal que consumimos, sino por la sal 'oculta' sobre todo en los embutidos, el pan y el queso.

Estas son algunas de las conclusiones de dos estudios presentados por el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido, uno sobre la ingesta de sal en España y otro sobre los alimentos más salados de la dieta, en el marco del Plan de Reducción de Consumo de Sal. Este experto ha calificado de "urgente" reducir el consumo de sal, lo que podría evitar miles de muertes al año.

Según el estudio sobre la ingesta de sal realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el 75 por ciento de la sal que se consume en España proviene de alimentos procesados fuera del hogar. Este estudio se ha elaborado sobre una muestra de 416 hombres (47 por ciento) y mujeres (53 por ciento) entre 18 y 60 años de 15 provincias escogidas al azar, entre ellas Madrid.

Las principales fuentes de esta 'sal oculta' son los embutidos (26 por ciento), de los que sale más de la cuarta parte de la sal en este tipo de alimentos. El jamón curado, con un 11 por ciento, es el principal culpable de que ingiramos más sal de la recomendada.

En segundo lugar destaca el pan (19 por ciento), sobre todo el de panadería, de donde sale el 14 por ciento de esta sal. La razón no es que sea un alimento especialmente salado, sino que se consumen más de 100 gramos de pan al día frente a 56 gramos diarios de embutidos.

El tercer lugar es para los lácteos y derivados (7 por ciento), sobre todo para el queso y en especial, el queso manchego, el más consumido por los encuestados; y el quinto puesto para los platos preparados (5 por ciento), tanto precocinados como congelados.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado más de 1.200 productos con sal. Tienen un alto contenido en sal (más de un 1,4 por ciento) alimentos como las aceitunas, las salsas, sopas, surimis y ahumados.

El alimento que "más sal contiene" son los filetes de anchoa. También contienen sal, aunque en un grado medio (entre 0,7 y un 1,4 por ciento), los aperitivos salados, los cereales, la comida rápida, las conservas de pescados o vegetales, el pan y los quesos, mientras que la contienen, aunque en bajos niveles, alimentos considerados 'dulces', como los bollos, galletas y mantequillas.

Sabrido ha destacado que, a la luz de estos resultados, se ve necesaria una "intervención urgente" para reducir el consumo de sal en España. Según ha explicado, experiencias como la del Reino Unido han demostrado que "reducir unos tres gramos el consumo al día puede evitar unas 7.000 muertes al año", provocadas por isquemias cerebrales e infartos.

Los expertos de la AESAN comenzarán a trabajar, junto a otros cinco países y con los empresarios, para consensuar medidas en este sentido para los comedores de empresa, como la puesta en marcha con el Programa Gustino, realizado con una compañía que se comprometió a retirar los saleros de las mesas de sus restaurantes.