Jesús de Juan Sáez Hernández nació en Alcantarilla el día de San Juan del año 1932. Profesor de violín, estudió Medicina en la Facultad de Granada y se estableció como estomatólogo y dentista en Alcantarilla, donde ejerció hasta su jubilación, siendo conocido como "el dentista del jardín" (en referencia a la consulta que tenía en el parque de los Mártires, ahora conocido como de la Constitución).

Se casó en Ceuta con María Clavijo Núñez (Maruchi), con la que compartió la vida hasta su fallecimiento hace unos siete años. Desde bien pequeño le gustó el mar, siempre ha tenido barco y gustaba de salir a navegar, a pescar y a viajar.

Entre sus muchas y diversas aficiones como las motocicletas, los coches, la radio (radioaficionado) o los barcos, he de decir que destacaría lo buen cocinero que era y el tiempo que dedicó al arte de la cetrería.

En este aspecto fue, junto a su querido amigo Florido, uno de los primeros cetreros de la Región de Murcia y de España, lo que, junto al entonces Icona, permitió controlar, alimentar y ayudar a salir adelante a las poblaciones de aves rapaces en peligro de extinción.

Son muchos y muy buenos los amigos que le acompañaron en su vida y con los que gustaba de compartir una buena mesa con su posterior y amena charla, con historias de la postguerra incluidas. Como radioaficionado, colaboró en aquellos tiempos en los que no existían los móviles, durante los momentos posteriores a las inundaciones de la presa de Tous, contactando con otros radioaficionados de la zona para conocer y dar noticias a familiares de los afectados.

Una de las anécdotas que con más cariño recuerda su familia es que, hace unos diez años, tras producirse un pequeño terremoto en la Región durante la noche, su esposa le despertó alterada: "¡Jesús, Jesús!, un terremoto, la cama se ha movido".

A lo que él, ensoñiscado contestó: "Y a mí que me cuentas, que sea la última vez que me despiertas por un terremoto". Y continuó durmiendo a pierna suelta.