La Policía de Indonesia ha dejado incomunicados a los dos españoles que, junto a otros 32 compañeros de Greenpeace, fueron detenidos por encadenarse a las excavadoras de una empresa papelera que desforesta las selvas.

El madrileño Jesús Roller Fernández y el coruñés Pablo Méndez López permanecen detenidos, junto con ciudadanos de Alemania, Bélgica, Filipinas, Finlandia e Indonesia y Brasil en las dependencias policiales de la localidad de Pangkalan Kerinci, en la isla de Sumatra.

"La policía está interrogando a los activistas y existe la posibilidad de que los extranjeros sean deportados", aseguró a Bustar Maitar, responsable de las campañas forestales en Greenpeace-Indonesia.

Los activistas fueron movilizados por su ONG para realizar una campaña en la península de Kampar, una región selvática en pleno proceso de deforestación, y llamar la atención sobre este problema, ligándolo al cambio climático de cara a la cumbre de Copenhague, en diciembre.