MATEO SANCHO CARDIEL (EFE). MADRID

Es la ecuación soñada por todo productor: poco presupuesto, igual a taquillazo. 'Paranormal Activity', que costó 15.000 dólares y acumula ya 75 millones, es la última en llegar a la lista de 'sleepers' o éxitos baratos y sorprendentes, que incluye títulos tan dispares como 'Deep Throat' o 'Juno'.

'Paranormal Activity', sin distribución desde 2007, empezó su andadura en 12 cines y, semana a semana, amplió su difusión hasta que el fin de semana pasado, en su quinta semana de exhibición, la película escaló hasta el número uno de la taquilla con 1.945 salas. El 27 de noviembre llegará a España.

Como ya hiciera en 1999 'El proyecto de la bruja de Blair', su éxito se ha basado en una ingeniosa campaña de marketing: solicitar la proyección de la película en tu ciudad a través de Internet. 'El proyecto de la bruja de Blair', hasta ahora la película más rentable de la historia -140 millones de dólares en taquilla con una inversión de 60.000-, jugó con el engaño: el de vestir de documental una escalofriante ficción.

Y es que el terror, escudado en el "sugerir antes que mostrar", es el terreno más fértil para el 'sleeper', pero no el único. Si hay un género que no deja lugar a la sugerencia ése es el porno, cuya producción masiva abarata costes pero en el que resulta difícil destacar.

Sin embargo, en 1972, mientras 'El Padrino' o 'Cabaret' se peleaban ese año por los Oscar, 'Garganta profunda', protagonizada por Linda Lovelace, se convertía en el verdadero éxito empresarial, con un coste de 25.000 dólares que generó 600 millones en beneficios.

La comedia, que no necesita grandes decorados sino un buen guión, también ha dado grandes alegrías a las productoras independientes, especialmente en los últimos años. 'Mi gran boda griega' se convirtió, contra pronóstico, en una de las películas más taquilleras de 2005 con intenciones modestas y rostro desconocido: Nia Vardalos.

No fue tan rentable, pero creó escuela, 'Pequeña Miss Sunshine' en 2006: cine independiente pero de buen rollo, que lo mismo gana premios en Sundance como gana al gran público con su banda sonora y su estética colorista. Desde entonces, cada año hay una entrega. El año siguiente 'Juno' perfeccionó la fórmula y recaudó todavía más -143 millones de dólares en EE UU- y esta temporada intentó repetir gesta: '500 días juntos', desbancada del podio por 'Paranormal Activity'.

En 2008 no hubo comedia, pero sí un drama que a punto estuvo de ir directamente a la venta en DVD, pero que acabó ganando ocho Oscar: 'Slumdog Millionaire'. La película del británico Danny Boyle, que combinaba fábula con tragedia, había costado 15 millones de dólares, pero recaudó casi 400 en todo el mundo. Y es que las producciones europeas son un campo potencial para que, en caso de exportar el éxito, la rentabilidad se dispare. Así sucedió a producciones sencillas como 'Full Monty' o la italiana 'La vida es bella', que siendo modesta se embolsó 229 millones de dólares y tres Oscar.

A veces, en cambio, la gran sorpresa viene por una realidad bien contada en el momento oportuno, como la del documental 'Fahrenheit 9/11', de Michael Moore, cuya denuncia a Bush fue un hito en su género al sobrepasar la barrera mágica de los 100 millones de dólares de recaudación en EE UU.

Directores ahora inseparables de Hollywood comenzaron sus carreras dando la campanada en forma de 'sleeper'. George Lucas ya había demostrado su olfato para los negocios en un pequeño retrato generacional cuyos beneficios multiplicó por 150 su presupuesto: 'American Graffiti'.

Sylvester Stallone reunió el millón de dólares que necesitaba para su proyecto personal, 'Rocky'. El Oscar a la mejor película en 1976 era sólo la punta del iceberg de un negocio millonario.