Dicen que al mal tiempo, buena cara, y para hacer frente a la crisis los parados han decidido jugar a la Lotería y probar suerte con los números. No obstante, los ingresos del ente público han disminuido debido a que la cantidad de dinero que se apuesta se ha reducido. Su próxima gran cita será el 22 de diciembre, cuando se celebre el sorteo de la Lotería de Navidad, y dos semanas después tendrán una nueva oportunidad con El Niño.

Según el director general de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Gonzalo Fernández Rodríguez, la actual crisis económica "se ha producido la incorporación de un determinado número de personas que no eran jugadores habituales y que ahora apuestan un euro o dos con el deseo de que la suerte les acompañe".

A la espera de un golpe de suerte

"Los juegos representan la esperanza de que, por azar o por suerte, tengas en un determinado momento un premio importante que te permita cambiar realmente tu vida", asegura el director general de la LAE, como puede serlo el Gordo de Navidad. "La forma en la que todos podemos soñar es que un golpe de suerte nos cambie la vida de alguna manera", subraya.