Gervasio Sánchez ha ganado el Premio Nacional de Fotografía, por su "su compromiso continuado con la fotografía como herramienta de denuncia de la violencia" en los conflictos armados, su "continuada labor" a favor de la justicia y especialmente por su trabajo sobre las minas antipersona.

El galardón, que concede anualmente el Ministerio de Cultura y que está dotado con 30.000 euros, ha sido otorgado por un jurado presidido por María Ángeles Albert, directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales, e integrado por José María Rosa Angulo, Paloma Esteban Leal, Rosina Gómez-Baeza Tinturé, María Fernández Palou, Rafael Doctor Roncero y Santiago Olmo García.

El jurado ha destacado la aportación de Gervasio Sánchez a la fotografía de reportaje y "cómo a través de ella se dignifica a las víctimas fotografiadas, con una mirada particular que enaltece los mejores valores del fotoperiodismo".

Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) trabaja habitualmente para el "Heraldo de Aragón" y en enero pasado obtuvo el Premio Internacional de Periodismo Rey de España en su apartado "Fotografía", por una instantánea de su colección "Vidas minadas, 10 años después".

Especializado en conflictos armados, entre 1984 y 1992 cubrió la mayor parte de los que tuvieron lugar en América Latina y publicó sus trabajos en el "Heraldo de Aragón", "El País", "Diario 16" y en diferentes revistas.

Sánchez colabora con la Cadena Ser, el servicio en español de la cadena pública británica BBC, el Magazine de La Vanguardia y la revista Tiempo.

En 1995, emprendió su proyecto fotográfico "Vidas minadas" sobre el impacto de las minas antipersonales en las poblaciones de los países más minados del mundo, entre ellos Afganistán, Angola y Camboya, que concluyó en 1997 con un libro y una exposición.

Otros libros fotográficos suyos son "El Cerco de Sarajevo" (1994); "Kosovo, crónica de la deportación" (1999) y "Niños de la Guerra" (2000).

En 2001, apareció su libro "La Caravana de la Muerte. Las víctimas de Pinochet", y en 2005, "Sierra Leona. Guerra y Paz".

En 1998, con motivo de la celebración del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la UNESCO le nombró enviado especial.