Representantes de unos 150 países llegaron ayer a Ginebra para asistir a la Tercera Conferencia Mundial sobre el Clima de Naciones Unidas, que se prolongará hasta el viernes. En esta reunión se tratará de establecer un "marco internacional para los servicios de predicción climática".

Su objetivo es avanzar en el ámbito de la información climática para enfrentarse a las amenazas del calentamiento global. Así, se pretende fomentar el flujo de pronósticos meteorológicos, sobre todo para ayudar a los países pobres en sectores estratégicos, como el turismo, la sanidad, la agricultura, la pesca y la energía.

Según explican sus organizadores, el tema general de la conferencia será "la predicción del clima y la información para la adopción de decisiones centrada en las escalas de tiempo estacional a interanual, que tenga en cuenta la predicción multidecenal". Esto quiere decir que se intentará desarrollar métodos que vinculen las predicciones científicas a la gestión de los riesgos medioambientales, así como a la adaptación a la variabilidad del clima en todo el mundo.

Asimismo, los ponentes intentarán trasladar la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) "como vía para luchar de forma efectiva contra el cambio climático".

"Necesitamos un sistema en el que todo el mundo pueda confiar para acceder a información vital que pueda salvar sus vidas y proteger las propiedades y las economías", apuntó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud. La necesidad de este sistema se evidencia en que la cifra de catástrofes se ha multiplicado por diez y las pérdidas económicas por 50 desde los años sesenta.