Así lo ha asegurado la ginecóloga María Antonia Obiol Saiz, quien ha impartido la ponencia "Sexualidad en el Trastorno Bipolar", dentro del Ciclo de Conferencias Monográficas sobre esta enfermedad organizado por la Asociación Valenciana de Trastorno Bipolar.

El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por periodos de excitabilidad (manía), en los que la persona puede ser demasiado impulsiva y energética, con un sentido exagerado de autoestima, que se alterna con periodos de depresión, fase en la que aparecen sentimientos de ansiedad, baja autoestima y pensamientos suicidas.

Esta dolencia afecta a cerca del seis por ciento de la población, aparece entre los 15 y los 25 años, y aunque la causa es desconocida, se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno.

Según Obiol, ginecóloga del centro de Salud Sexual y Reproductiva de Alboraia, las etapas de euforia de algunos pacientes con trastorno bipolar pueden originar conductas sexuales de riesgo, que pueden tener consecuencias como infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.

En el caso de que la mujer afectada por un trastorno bipolar quiera interrumpir el embarazo tiene la "justificación plena", ya que entre dentro de los supuestos de peligro para la salud psíquica de la madre.

Obiol también ha indicado que los tratamientos para el desorden bipolar pueden disminuir la libido de los pacientes, y en este caso la ginecóloga recomienda intentar mejorar la comunicación entre la pareja para que influya lo menos posible en su relación.

Muchas mujeres que padecen trastorno bipolar tienen miedo a quedarse embarazadas, porque no quieren que sus hijos hereden esta patología y porque tienen miedo a no tener el control de sus responsabilidades.

La especialista señala que en el caso de que la paciente muestre conductas sexuales desinhibidas, es recomendable colocarle un implante que tiene una duración de tres a cinco años, disminuye la duración y cantidad de menstruación y produce un moco cervical que dificulta el ascenso de gérmenes al tracto genital femenino.

Otra opción para mujeres con hijos es el DIU (dispositivo intrauterino), tanto el convencional de cobre como el hormonal, que proporciona cinco o más años de anticoncepción segura.

Existe un alto riesgo de suicidio con el trastorno bipolar y tanto en la fase maníaca como en la fase depresiva el paciente puede abusar del alcohol u otras sustancias, lo cual puede empeorar sus síntomas.

La fase maniaca puede durar días o meses e incluye síntomas como elevación del estado de ánimo, falta de autocontrol, delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales, comportamientos precipitados, hacer gastos exagerados, promiscuidad sexual o incurrir en excesos de comida, bebida o consumo de drogas.

En la fase depresiva el afectado sufre una tristeza permanente, sentimiento de culpa, trastornos del sueño y de la alimentación, pensamientos frecuentes acerca de la muerte, dificultad para concentrarse, pérdida de la autoestima y fatiga y desgana, entre otras.

Los medicamentos estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar, aunque es necesario completar del tratamiento, ya que suspender la medicación puede facilitar la recaída.