Una investigación del Ministerio de Sanidad determinó que la equivocación se debió a una falta de comunicación entre el médico responsable del caso y la enfermera.

Las autoridades sanitarias de Tailandia deben determinar ahora la penalización que imponen, que puede ser de hasta dos años de prisión o una multa de 40.000 bat (882 euros o 1.163 dólares).

La clínica deberá ocuparse de la curación y recuperación de la víctima y Sanidad determinará en su momento la indemnización apropiada.