Cartagena y Murcia disputaron un duelo vibrante en el abarrotado Cartagonova. Un partido reñido que se decantó del lado de los locales por pequeños detalles. Tan pequeños o tan grandes, según se mire, como que el Murcia no es capaz de meter los penaltis y el Cartagena sí.

El equipo que entrena González ha logrado espantar a todos sus fantasmas excepto al de los once metros. Un fantasma cansino que se aparece una y otra vez cuando el Murcia es favorecido con una pena máxima, que me ha hecho perder la cuenta de los máximos castigos marrados esta temporada y olvidar el nombre de sus fallidos "artilleros". En esta ocasión fue Natalio el que se sumó al club del gatillazo cuando el marcador estaba igualado tras dos espléndidos goles de cabeza de Toché y de Chando, aunque tengo la impresión de que cualquiera que hubiera sido el lanzador hubiera corrido idéntica suerte. Natalio lanzó mal y Rubén hizo su trabajo para mantener las tablas en el primer tiempo.

En la segunda parte De Lucas adelantó a los locales y Toché, de penalti, ponía tierra de por medio poco después. Sólo al final un extraño gol de Pedro sirvió para acortar distancias y poner un poco de emoción a un partido que ya no cambiaría de signo.

El Murcia volvió a perder fuera después de bastante tiempo pero sigue dos puntos por encima de la línea de flotación. Tocado pero no hundido, el equipo pimentonero se mantiene a flote a pesar de su lamentable racha de penaltis fallados a la espera de la visita del Rayo Vallecano.