La Comisión de Sanidad de la Asamblea Regional ha aprobado por unanimidad una propuesta de la diputada socialista Consuelo Cano para la puesta en marcha del Código Parkinson, un plan que permita la formación y coordinación tanto de médicos de Atención Primaria como de especializada, con el fin de ofrecer una respuesta integral y coordinada a las necesidades de los enfermos de Parkinson en la Región.

La diputada explicó que se trata de un plan similar al establecido para el Código Ictus, «en el que se desplieguen una serie de estrategias que avancen en una respuesta integral y coordinada frente a esa enfermedad, con especial énfasis en el diagnóstico y tratamientos que mejoren la calidad de vida de los enfermos y sus familias».

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo progresivo, de causa desconocida, siendo los principales factores etiológicos de naturaleza genética y ambiental. El Parkinson, detrás del alzhéimer, según estimaciones científicas, es la segunda enfermedad que afectará a más personas en un futuro próximo. De hecho, las personas diagnosticadas de Parkinson aumentan por el envejecimiento de la población, pero también está afectando cada vez más a personas jóvenes. Esta enfermedad no tiene cura de momento, por lo que es fundamental establecer diagnósticos con la mayor rapidez posible para ralentizar el proceso degenerativo y ofrecer mayor calidad de vida a las personas afectadas y a sus familiares.

En opinión de Cano, es preciso definir un plan de intervenciones fisioterapéuticas, logopedia, neuropsicológicas, de terapia de conducta, terapia ocupacional, nutrición, musicoterapia, valoraciones y cuidados de enfermería; evaluación del riesgo social y elaboración de un itinerario social adecuado con la tramitación de las prestaciones y recursos que requiera el afectado.

La diputada insistió en que, por las características de estos enfermos, sería útil disponer de una buena coordinación de los recursos disponibles en atención primaria, especializada, recursos sociales y dependencia así como los servicios de rehabilitación.

Existen otras experiencias en la materia, mientras que la guía de atención clínica no ha pasado del papel. Los ciudadanos «dependen de las decisiones que tomamos para mejorar su calidad de vida cuando se presenta una enfermedad como el Parkinson y es nuestra obligación atender estos asuntos con diligencia y tan solo la adecuada coordinación y formación permitiría paliar una parte importante del sufrimiento que esta patología inflige a estos pacientes», concluyó la diputada Consuelo Cano.