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El biólogo y cardiólogo José María Castellano Vázquez, coordinador de ensayos clínicos en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en Madrid, director del programa de Salud Personalizado del Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares en el Hospital Universitario HM Montepríncipe, del Grupo HM Hospitales, y director de I+D+i del Área Cardiovascular de la Fundación de Investigación HM Hospitales, ofrece mañana una charla bajo el título Estrategias para mejorar la salud cardiovascular: de la Ciencia a la Salud Pública, que se enmarca en las Conferencias de Divulgación Científica organizadas por la Fundación de Estudios Médicos (FEM) de Molina de Segura. La conferencia se impartirá, a las 20.00 horas, en el colegio infantil Paseo Rosales de este municipio.

¿Cuáles son los principales retos y estrategias de la salud pública para proteger el corazón?

Los retos del siglo XXI en medicina cardiovascular son, sobre todo, un cambio en la conducta poblacional con respecto a la salud, y no tanto a la enfermedad. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y responden al incremento en prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular, todos los cuales están relacionados directamente con nuestro comportamiento. El adecuado control de estos factores tiene un impacto directo sobre nuestra salud, y eso pasa por un cambio individual para corregir y mantener un estilo de vida cardiosaludable.

En varias ocasiones ha asegurado que «no sentirse vulnerable es un riesgo». ¿Pero por qué a pesar de haber sufrido un infarto mucha gente acaba dejando el tratamiento?

Es una respuesta paradójica, en parte a causa del excelente sistema de salud del que gozamos en España: ante un infarto agudo de miocardio, un paciente es trasladado por el servicio de urgencias al Hospital más cercano con capacidad para realizar una angioplastia primaria en muy poco tiempo. Esto ha llevado a que la mortalidad aguda haya disminuido de forma importante en las últimas décadas. Además, los adultos tendemos a olvidar rápidamente las situaciones desagradables y es, en parte, lo que lleva a que la mitad de los pacientes tras haber sufrido un infarto abandonen la medicación a los seis meses. Sin hablar de la falta de adherencia a estilos de vida saludables como la pérdida de peso, el ejercicio físico, el abandono del hábito tabáquico así como el adecuado control de la presión arterial y niveles de colesterol. En otras palabras, hemos trasladado el problema del evento agudo a la prevención secundaria, donde no somos capaces de implementar de forma eficiente los tratamientos ni la adopción de estilos de vida que son la base de dicha prevención.

¿Qué pueden hacer profesionales como usted para que los pacientes de riesgo entiendan que deben asumir su responsabilidad?

Lo que estamos haciendo es trabajar mano a mano con enfermeras, psicólogos y nutricionistas en sendos programas de educación de pacientes. En el Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares del Grupo HM Hospitales hemos organizado, a través del Programa de Rehabilitación Cardíaca, talleres educacionales con reuniones periódicas donde trasladamos a los pacientes y a sus familiares las herramientas necesarias para conocer la enfermedad y corresponsabilizarse en su cuidado.

El programa está obteniendo unos excelentes resultados y creemos que la capacitación de pacientes y su entorno en la importancia del manejo de factores de riesgo a través de un equipo multidisciplinar es la forma de cambiar hábitos y actitudes para ser proactivos en mantener su salud cardiovascular.