Ha sido una de las demandas de los agricultores para que el agua de las tres desaladoras propiedad del Ministerio de Agricultura pudiera llegar a todos los rincones de las zonas regables, independientemente de si están más o menos cerca de las plantas: la interconexión entre las tres.

El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) dio ayer el primer paso para que el agua de las instalaciones de Torrevieja (Alicante), Águilas y Valdelentisco se conecten y distribuyan entre los regadíos del Levante, tanto el Trasvase Tajo-Segura como el resto.

El departamento que dirige Isabel García Tejerina ha iniciado los trámites para licitar, por un importe de cerca de 600.000 euros, la redacción del estudio de viabilidad técnica, económica y ambiental de la conexión de las plantas y su integración de esta red de distribución en el sistema de suministro en alta de la demarcación hidrográfica del Segura.

El objetivo es incrementar la garantía de riego en la cuenca del Segura, apuntan desde el Ministerio. Para ello se estudiará la ejecución de una conducción desde la desaladora de Torrevieja o el embalse de la Pedrera con la balsa de 'Collado de los Ginovinos' (en la sierra de Columbares, entre Murcia y Sucina).

Además, se estudiará la aportación de agua desalada desde la red de distribución de la planta de Valdelentisco hasta la red de Águilas. «Con esta licitación, el Gobierno da continuidad a un conjunto de actuaciones acometidas durante los años 2015 y 2016 para mejorar la conectividad entre las tres plantas desalinizadoras, y que han permitido atender las demandas más urgentes y paliar los efectos negativos de una situación de sequía que se prolonga por cuarto año consecutivo», explican fuentes del Ministerio.

Esta actuación se enmarca en la «apuesta» del Gobierno por integrar los recursos no convencionales procedentes de la desalación, «que desempeñan un papel estratégico para mejorar la garantía en el suministro de abastecimiento y riego en la cuenca del Segura», añaden.

En este sentido, se están ejecutadas y han entrado en explotación la tubería principal de conducción de agua desalinizada al Valle del Guadalentín, y la conducción de agua desalinizada de la red de distribución de la desalinizadora de Valdelentisco al embalse de Algeciras.

La primera de ellas, ejecutada en 2015 en Lorca y Totana, requirió una inversión de más de 20 millones de euros. La segunda, acometida durante el año 2016 en Murcia y Librilla, ha permitido, con una inversión de casi 5 millones de euros, derivar recursos de Valdelentisco al postravase de la margen derecha. Y en 2016, con una inversión de más de 7 millones, se conectó la desalinizadora de Alicante con el embalse de Crevillente.