La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca va a construir cauces artificiales, que parten de las ramblas públicas, para recoger los caudales de agua procedentes de las escorrentías en los episodios de lluvia intensa, y depositarlos en las balsas de las comunidades de regantes de la zona.

Esta fórmula impediría que los arrastres y sedimentos que incluyen los torrentes de agua fuesen a parar al lecho marino del Mar Menor, evitando que afecte al medio ambiente, a la vez que se reutiliza el agua para regadío.

Estas medidas son fruto de un estudio realizado por la Consejería para proponer actuaciones que eviten que las escorrentías de lluvia acaben en este espacio protegido.

El consejero, Miguel Ángel del Amor, hizo referencia ayer a este estudio en la Inauguración de las 'VII Jornada agua y sostenibilidad. Una mirada global sobre el Mar Menor', organizada por la Universidad de Murcia, y destacó que «infraestructuras como ésta serán pioneras en el empleo de nuevos y novedosos sistemas, al mismo tiempo que contribuyen a conservar y proteger el medio ambiente y a conseguir una mayor eficiencia de los recursos hídricos disponibles».

El consejero hizo hincapié en que «estamos en un momento en el que hay que aunar esfuerzos, sumar conocimientos y buscar soluciones para compatibilidad la protección al medio ambiente y la actividad agrícola».

Asimismo, recordó que la Comunidad continúa trabajando, junto a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), en la aplicación de las medidas del Plan Vertido Cero; un proyecto que está elaborando el Ministerio de Agricultura y que saldrá a información pública el mes que viene porque el estudio de impacto ambiental está a punto de concluir, según indicó la ministra, Isabel García Tejerina, durante su visita de hace dos día a la Región.