«No hay vuelta atrás. Las feministas tenemos el compromiso de pensar qué vamos a hacer después, dar un paso más y ver cómo convertimos esta situación en políticas públicas», subraya Gloria Alarcón, profesora de Economía Aplicada de la UMU y doctora en Derecho. A su juicio, fue el 8 de Marzo, con la huelga de mujeres, cuando se gestó el germen de este movimiento que ahora clama en la calle por sentencias escandalosas como las de La Manada.

«Llevamos 4.000 años en una sociedad patriarcal», apunta la feminista, que asegura que «cada vez veo a más hombres que se avergüenzan de lo que hacen otros hombres», incluso «que se sienten culpables por el hecho de ser hombres». Gloria Alarcón insiste en que el problema aparece «cuando las mujeres somos una cosa que se nos coge y se nos tira, que se nos puede usar».

«No es no. Y todo lo que vaya más allá del no es no, es una agresión», hace hincapié. A este respecto, la profesora lamenta que a veces «no se comprende que una mujer acabe diciendo no. Porque, al final, eres una calientapollas». «Y las mujeres no somos unas calientapollas: si decimos no es no. Es como si entras en una tienda, te pruebas 50 veces un vestido y la dependienta te dice que te lo tienes que llevar. Pues no», señala.