Una camiseta, unos pantalones, una muda de ropa interior o unos zapatos con los que salir a la calle. A simple vista parecen objetos sin mucho valor, pero a algunos de los pacientes que llegan a la puerta de Urgencias del Hospital Reina Sofía de Murcia les suponen un mundo. Para ayudar a estos ciudadanos con un gesto tan sencillo como este los profesionales del Servicio de Urgencias del centro murciano han puesto en marcha un ropero en el que intentan tener prendas suficientes para atender cualquier imprevisto que se pueda presentar.

La iniciativa ha surgido para ayudar a personas que llegan al Reina Sofía en situaciones de exclusión extrema o de colectivos socialmente vulnerables, según explica a esta Redacción Irina Rosa Salazar, enfermera del servicio de Urgencias que ha participado en la puesta en marcha del ropero. El proyecto comenzó a gestarse en el año 2015 como un primer paso para ofrecer una atención de mayor calidad, aunque no fue hasta 2017 cuando realmente se implantó y comenzó a funcionar.

«En el ropero tenemos un stock de ropa y calzado destinado a personas en situación de exclusión que están en un proceso de diagnóstico terapéutico en nuestro servicio y que van a recibir el alta médica», indica esta sanitaria. En este caso, señala que «desde el punto de vista del personal, lo que pretendemos es promover la sensibilización sobre la realidad de colectivos en exclusión, aumentando los conocimientos y mejorando nuestras actitudes, a la vez que ofrecemos una atención profesional de mayor calidad».

Para sensibilizar a los más de cien profesionales que forman el equipo de Urgencias se ofrecieron charlas para presentarles el proyecto y plantearles los beneficios que tiene para sus pacientes, ya que también permite aumentar la autoestima en personas de por sí muy castigadas emocionalmente y mejorar la sensación percibida aumentando su confianza en el sistema sanitario.

Irina Rosa también resalta que, aunque el proyecto se ideó pensando en estos pacientes de grupos más vulnerables que gracias a él pueden salir aseados y con ropa limpia del hospital, les ha sorprendido que también está sirviendo para «otro usos que no esperábamos» como son las personas que han sufrido un politraumatismo o un accidente de tráfico y llegan con la ropa rota o manchada de sangre y a quienes también se les ofrece una muda limpia para poder salir de Urgencias.

En un principio el ropero del Servicio de Urgencias del Reina Sofía se está nutriendo de las prendas que donan los propios trabajadores del centro, quienes en ocasiones también ponen una pequeña cantidad económica para comprar ropa interior. No obstante, esta enfermera asegura que están abiertos a cualquier aportación ciudadana, aunque pide que se tenga en cuenta que el perfil del usuario más habitual es el de un hombre de entre 40 y 50 años. «En una ocasión nos donaron hasta un traje de huertano», cuenta entre risas, una prenda no muy adecuada para estos casos.