El sector de la panadería y pastería tiene una capacidad para reinventarse de la que cada día se benefician los consumidores. La introducción de la tecnología ha permitido dar un salto de calidad a los profesionales que ejercen este oficio, sometido a una transformación constante debido, principalmente, a los cambios que se registran en los hábitos de los consumidores. Además de la preparación y venta del pan o la fabricación de pasteles, es básico reunir una serie de competencias generales para las que hay que prepararse de forma adecuada.

En la actualidad, el panadero y pastelero deben tener unos conocimientos técnicos que les capaciten para tareas tales como la recepción de las materias primas, la preelaboración y horneado de productos básicos de panadería y pastelería, la presentación de los mismos para su venta y su distribución final. Y todo ello sin olvidar las necesarias habilidades personales y sociales que tienen que ver con la atención al público, la competencia comunicativa y las competencias de resolución de problemas.

Para satisfacer las demandas de un público cada vez más exigente y variado, los profesionales de este ramo cuentan con el apoyo de una maquinaria que multiplica sus posibilidades. Porque el negocio de panadería y pastelería de hoy tiende hacia la mezcla de lo tradicional de la calidad y el sabor con lo moderno de la tecnología. La lista de avances tecnológicos al servicio de este sector incluye innovaciones como las impresiones 3D, que desde hace varios meses se han postulado como herramientas capaces de imprimir comida, incluso menús sin gluten, con un control absoluto de los ingredientes. De momento, su entrada en las cocinas de grandes restaurantes y servicios de comida ya es una realidad.