El Sindicato Independiente de Docentes (SIDI) solicitó ayer a la Consejería de Educación que modifique las instrucciones de la puesta en marcha del programa de gratuidad de los libros de texto en la Región. Y es que, lamentaba el sindicato docente en un comunicado, tras el anuncio por parte de la consejera, Adela Martínez-Cachá, el pasado 11 de abril, del programa, el borrador de puesta en marcha del banco de libros y sistema de préstamo de libros tiene «agujeros negros en su planteamiento».

Así, critican que «la consejería se lava las manos en este asunto» al dejar «toda la responsabilidad» a los centros educativos, de modo que «se le restan recursos humanos al centro ya que debe ser un docente el que actúe como coordinador del programa usando horas lectivas para ello». Para el SIDI, «sería lógico recuperar la figura del administrativo en los centros en los que fue suprimido o dotar de más profesorado». Nuevos recursos humanos que podrían contribuir a realizar esta labor, sin que suponga «una merma de los actuales».

Además, el sindicato no se mostraba conforme con la propuesta de que sea cada centro el que deba asumir el gasto extra en libros si estos supera la cuantía estipulada, 150 0 100 euros por alumno, según el tipo de estudios. «Esto nos parece inconcebible», remarcan, ya que «los presupuestos de funcionamiento de los centros educativos están muy limitados y no se puede afrontar gastos de esta magnitud», por lo que pidieron que sea la Comunidad Autónoma quien se haga cargo de ese gasto extra.

Dos semanas para elegir libros

Además, el sindicato mostró su sorpresa ante el calendario establecido en el texto. Y es que, se deben haber seleccionado los libros de texto para los próximos cuatro años el 12 de mayo, un plazo que consideran «ridículo en un tema de este calado», ya que la elección conlleva reuniones y análisis editoriales «que ahora deben hacerse en un par de semanas».