Anpier (Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica) ha sido galardonada, en la modalidad de Ecoeficiencia, en los IX Premios de Desarrollo Sostenible que entrega la Consejería de Turismo y Medio Ambiente. ¿Qué supone este reconocimiento para la Asociación?

Este nuevo premio nos indica que la asociación está acertando en su línea de representación y defensa de los intereses del colectivo fotovoltaico español, unas inquietudes que son absolutamente coincidentes con los intereses generales de los ciudadanos, pues se trata de impulsar una tecnología de generación inagotable, barata y limpia que puede generar riqueza para todos los ciudadanos.

En poco más de un lustro de existencia, Anpier ha recibido ya varios galardones de relevancia, y recoger un premio en la Región de Murcia tiene, a nivel personal, unas agradables connotaciones, puesto que, como murciano, me resulta muy gratificante este reconocimiento hacia la asociación que presido. Sin embargo, el premio que realmente necesitamos es el resarcimiento del daño causado a nuestro colectivo, y la recuperación de la senda perdida en España hacia la generación 100% renovable, que será una realidad en tres décadas en muchos países del mundo. No queremos que Murcia y España sean la excepción, estando, además, especialmente dotados de sol y viento.

¿Cuáles son los objetivos de la asociación?

Para Anpier es esencial la implantación urgente de un modelo de generación energética renovable y social, para combatir los escenarios más adversos del cambio climático y para que los ingresos del sistema eléctrico, lo que pagamos todos los españoles a través de la factura de la luz, retornen a los propios ciudadanos, al menos en la mayor cuantía posible; un círculo que ya es posible realizar a través de instalaciones renovables sociales. Sin embargo, y este es otro de nuestros objetivos básicos, mientras no se restituya la seguridad jurídica de las 62.000 familias fotovoltaicas que iniciaron la senda de la generación renovable en manos de PYMES y ciudadanos, no se recuperará la confianza en la estabilidad regulatoria.

¿Qué servicios ofrecen a sus asociados?

Representamos, defendemos, asistimos, damos servicio, apoyamos y facilitamos accesos en condiciones ventajosas a los proveedores necesarios para los productores fotovoltaicos españoles. Una labor que requiere un esfuerzo importante, dado que tenemos socios en todos los rincones de la geografía peninsular e insular y, siendo la cercanía y la atención personalizada del socio una seña de identidad de nuestra asociación, supone un gran sacrificio para el equipo técnico y para los delegados y directivos. Pero la labor es muy gratificante, somos una familia formada por 5.000 miembros hermanados por la causa fotovoltaica, capaces de dejar a un lado todo lo que nos pudiera diferenciar y apartar de nuestros objetivos.

En los últimos años, el sector fotovoltaico ha encontrado diversas trabas para su desarrollo. ¿Confía en que ese panorama cambie en el futuro?

El sector ha hecho los deberes, España y sus empresas son un referente internacional en el desarrollo de instalaciones de generación renovable. Por otra parte, hemos logrado otro milagro, demostrar que los ciudadanos estamos en condiciones de producir energía tanto para el autoconsumo como para el aprovechamiento de terceros. El reto es, paradójicamente, regulatorio; se trata de revertir la normativa hostil que soportan los productores renovables que iniciaron esta revolución social y tecnológica, procurar un marco que impulse el autoconsumo y favorecer instalaciones de generación a red participadas por el tejido social y empresarial del territorio. Hemos logrado lo más difícil; pero lo más fácil nos lo bloquean los reguladores, con palabras escritas en los BOE. El reto está en derribar las barreras regulatorias que artificialmente se nos levantan y que benefician a unos pocos.

El modelo de generación cambiará, las renovables son sí o sí el presente y el futuro, por conveniencia medioambiental, por necesidad de recuperar unas ciudades sin tóxicos y porque son más baratas que cualquier otra fuente de generación. El reto es que queden en manos del ciudadano y no sean monopolizadas por unas pocas empresas.

¿Qué carencias considera que son prioridad abordar? ¿Qué retos tiene pendientes la producción de energías renovables en general?

Las empresas cuyo servicio es la instalación de generación fotovoltaica para autoconsumo de hogares, empresas o explotaciones agrarias están soportando las sombras de un marco regulatorio que no favorece como debiera la implantación de esta generación tan eficiente, rentable para el que la instala y limpia. Es cierto que debemos adaptarnos al marco, no queda otra, pero debemos pugnar por mejorarlo, por derribar las trabas que frenan un desarrollo mucho más ambicioso, como el que se experimenta en el resto de Europa, a pesar de no contar con las horas de sol que disfrutamos en España y, singularmente, en Murcia.

Por otra parte, se está perdiendo la gran oportunidad de que las PYMES y los ciudadanos se beneficien de la generación fotovoltaica para inyectar en la red general. La ocasión de crear un círculo virtuoso en el que el gasto que hacemos los españoles en la factura de la luz revierta en los propios ciudadanos, en forma de complementos de renta que activan las economías locales. Las nuevas subastas de potencia renovable han de contemplar esta modalidad, puesto que las celebradas hasta ahora fueron diseñadas para que el acceso estuviera restringido a unas pocas empresas y si estos criterios no cambian, el sector energético dejará de ser fósil y pasará a ser renovable, pero el número de operadores será, como hasta ahora, muy reducido y eso favorece la desigualdad en las rentas: rentas excesivas para unas pocas empresas y una sociedad empobrecida a la que se le hurta la posibilidad de mejorar sus rentas con una actividad que hemos demostrado poder gestionar con toda solvencia.

¿Cómo ve la producción de energía fotovoltaica en la Región de Murcia?

A pesar de la ´intoxicación´ que soportan, los murcianos tienen buen criterio y se dan cuenta de que las renovables, lejos de haber sido un problema, son la gran solución a precios caros de la energía, patologías respiratorias por la generación fósil y al cambio climático. Los murcianos comprenden que quienes hicimos el esfuerzo no debemos ser condenados a la ruina para que otras empresas se lucren de nuestro progreso energético, que queremos que sirva para que ahora otros sigan nuestro camino y puedan generar energía solar fotovoltaica en cualquiera de sus modalidades, para el autoconsumo en hogares o empresas, o para suministro a través de la red general. Lo que defendemos es una generación social-renovable donde dejemos de ser meros paganos de facturas y que el dinero se quede en el territorio.

Todo esto lo tienen muy claro los murcianos porque somos una tierra de sol intenso y de cielos despejados, de modo que siempre hemos estado atentos a las ventajas y oportunidades de nuestro clima y esta ventaja en horas de sol no se le ha pasado por alto a ningún paisano, que siente que la luz que abunda en nuestra geografía es energía desaprovechada, leche derramada.

Murcia tiene un potencial inmenso para generar energía y lograr ventajas competitivas para nuestra industria y ahorros para nuestros hogares. Los beneficios energéticos del sol suponen un activo irrenunciable que queremos socializar y no que se lo lleven cuatro empresas como cuando en el siglo XIX se llevaban la riqueza de nuestro subsuelo por ferrocarril y barco. Ahora no se van a llevar la de nuestro cielo, nuestro Sol, por cable. No lo vamos a consentir.