El bidé está en desuso. Por ello el sector hotelero de la Región de Murcia ha pedido al Gobierno regional que no sea una pieza obligatoria en los cuartos de baño para que el establecimiento pueda obtener una mayor categoría. También se podrá elegir entre bañera y pie de ducha. Así ha quedado recogido en el nuevo decreto que regula y ordena los establecimientos hoteleros, aprobado ayer en Consejo de Gobierno.

El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, explicó que esta nueva norma sustituye a la que estaba vigente desde 2005 y que se había quedado «obsoleta». La intención del Gobierno es llevar el decreto para su publicación en el BORM mañana viernes.

La norma será de obligado cumplimiento para los 214 establecimientos hoteleros de la Región, que ofrecen actualmente algo más de 20.500 plazas y que también va a permitir el uso de la denominación internacional 'Bed and Breakfast' (B&B) para los hostales y pensiones, «un término demandado por el turismo inglés e irlandés», explicó Celdrán.

«El sector turístico aporta un 11,2% al PIB regional, y este decreto viene a promover, favorecer e incentivar la inversión hotelera en la Región, empujada por la llegada del AVE y la apertura del aeropuerto internacional», comentó.

De hecho, en estos momentos se está tramitando la apertura de nuevos establecimientos (47 habitaciones en casas rurales, hoteles, y 300 apartamentos), que incrementrán en 3.800 las plazas. «Por eso este decreto llega en buen momento», apuntó.

La intención última del Gobierno regional es lograr que se duplique el número total de plazas en los próximos 4 o 5 años. Lugares como La Manga, Mazarrón o Águilas tienen potencial, dijo.

«Se trata de ser un referente en el turismo internacional» , dijo Celdrán, indicando que el Gobierno regional está ultimando los decretos que van a regular los «polémicos» apartamentos turísticos y los albergues rurales.

Asimismo, el decreto va a simplificar los trámites burocráticos, tanto para los casos de nuevas aperturas como para los que quieran adaptarse o ampliar su categoría. La norma mantiene la calificación tradicional por estrellas (de 1 a 5 según la calidad del establecimiento).