Se llama Velolaser y ya ha llegado a Murcia. De hecho, era la estrella de la presentación que se organizó este miércoles por la mañana en Belluga. «Es el más temido», bromeaban algunos presentes.

El Velolaser, junto al que posaban el delegado del Gobierno y el comandantes de Tráfico en la Región, es uno de los nuevos pequeños radares portátiles que ha incorporado Tráfico para el control del exceso de velocidad en las carreteras.

En toda España, el Instituto Armado ha adquirido 60, de los cuales la mitad están ya en funcionamiento. Son compactos, fáciles de anclar en cualquier superficie y cuentan con una tecnología láser de última factura.

En concreto, estos aparatos funcionan vía Wifi conectados a una tablet y permiten, incluso ,realizar controles de alcoholemia en el momento. Son capaces de detectar velocidades de hasta 250 kilómetros por hora a una distancia de entre 15 y 50 metros.

Más pequeños, ligeros y difíciles de detectar, ofrecen una mayor versatilidad de uso, ya que pueden montarse en un trípode, anclarse en un guardarraíl, colocarse en un pórtico o cabina lateral e incluso sujetarse en los vehículos de Tráfico.

Los agentes explican que no tienen por qué estar señalizados. Esta semana, en toda España, la previsión es realizar 700.000 controles en las carreteras convencionales. En la Región, las vías más peligrosas, dicen las estadísticas.

Esta campaña coincide con la decisión de Tráfico de reactivar el debate sobre la reducción de la velocidad máxima permitida en las carreteras convencionales a 90 kilómetros por hora, una idea que ha permanecido latente desde 2014 al no aprobarse el reglamento de circulación en el que se iba a introducir.