Los canales del trasvase Tajo-Segura podrían volver a llevar agua, casi un año (11 meses) después de la última vez. La Comisión Central de Explotación del Acueducto, el organismo que evalúa la situación real de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, se reúne hoy para dedicir si se dan las condiciones para autorizar un desembalse hacia la cuenca del Segura. En caso de que la Comisión lo valore positivamente, el Gobierno estudiará su autorización.

El último trasvase desde los embalses Entrepeñas-Buendía al Segura se autorizó el 10 de mayo de 2017, por un total de 7,5 hectómetros cúbicos, ya que después de esa fecha los embalses bajaron de los 400 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Ese es, precisamente, el límite que marca la posibilidad o no de trasvasar.

Entrepeñas y Buendía ganaron durante la pasada semana 35,35 hectómetros cúbicos en sus reservas y almacenan actualmente un total de 466,96, colocándose al 18,87% de su capacidad total (que asciende a 2.474 hectómetros), según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Tajo. De esta forma, se podría dictar un cambio de estado de nivel 4, (cuando los embalses guardan 400 hectómetros cúbicos o menos y por tanto no se puede transferir agua alguna a la cuenca del Segura) a nivel 3, que sí permite trasvasar recursos hídricos.

Si la Comisión así lo determina, se elevará la correspondiente propuesta que deberá tener en cuenta no solo que se ha pasado a nivel 3 sino también la previsión técnica de las aportaciones futuras de agua, para garantizar la satisfacción de las necesidades de la cuenca cedente, de acuerdo con lo indicado en la propia ley, según explicaron fuentes ministeriales.

Estas fuentes recuerdan que las reglas de explotación fijadas definen un mecanismo claro de aplicación en función del volumen almacenado en los embalses de Entrepeñas y Buendía, las aportaciones hídricas recibidas, los valores de consumo de referencia y los desembalses necesarios para atender a los usos de la cuenca cedente. Por tanto, de autorizarse esta nueva transferencia, esta se acometería a lo largo de abril, once meses después de la última.

Las reglas de explotación indican que en función de las existencias «conjuntas» de los embalses de Entrepeñas y Buendía a comienzos de cada mes establece los siguientes niveles mensuales con arreglo a los que se realizará o no los trasvases. El máximo anual total que se puede trasvasar en un año hidrológico es de 650 hectómetros cúbicos, 600 hectómetros cúbicos para el Segura y 50 hectómetros cúbicos para el Guadiana.

Sin embargo, en caso de autorizarse un nuevo trasvase, al confirmarse el paso a situación de nivel 3, este no podrá superar los 20 hectómetros cúbicos, en un escenario denominado de «situación hidrológica excepcional», cuando el órgano competente podrá autorizar «de forma motivada» como máximo esa cantidad.

En nivel 2, las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía deberían ser inferiores a 1.300 hectómetros cúbicos y el órgano competente podría autorizar un trasvase mensual máximo de 38 hectómetros cúbicos.

Por su parte, la situación de nivel 1 llegará en caso de que las que las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía lleguen a triplicar las actuales hasta ser iguales o superiores a 1.300 hectómetros cúbicos. En este caso, se podría autorizar un trasvase mensual de 60 hectómetros cúbicos.