El presidente de la compañía murciana Clerhp, Juan Andrés Romero, ha contado su experiencia en el seminario Financiación alternativa para pymes, organizado por la FREMM. Gracias a la financiación obtenida y al apoyo de Enisa, la primera empresa de la Región cotizada en la Bolsa para pymes (en Murcia solo hay otra empresa en la Bolsa tradicional) pudo salir a trabajar a Latinoamérica y consiguió contratos para hacer las estructuras de hormigón de un complejo turístico en la ciudad boliviana de Santa Cruz. También ha trabajado en la capital de Bolivia y está levantando cinco torres en la ciudad de Asunción que albergarán la sede del Gobierno de Paraguay, con 80 metros de altura, equivalentes a unos 19 pisos. Cuenta con una treintena de ingenieros y tiene en la Región un centro donde se realizan los cálculos de las estructuras.

¿Cómo llega al Mercado Bursátil una empresa de la construcción en plena crisis?

Siendo una empresa de ingeniería joven como éramos en aquel momento, durante los años 2012, 2013 y 2014 nos dimos cuenta de que financiar el proyecto era difícil, pero conseguimos financiación a través de la sociedad Enisa, que nos apoyó en esta primera etapa. Si nos apoyó esta sociedad fue por lo innovador del negocio, porque Enisa no financia construcción, pero nuestro modelo de empresa era diferente. Nosotros no ponemos ladrillos, somos una empresa de ingeniería. A partir de entonces nos dimos cuenta de que si queríamos crecer, no podíamos seguir tocando a la puerta del banco para encontrárnosla cerrada, buscando todo tipo de financiación tradicional que no llegaba a nada. Ahí fue cuando decidimos salir al Mercado.

¿Qué previsiones tenían?

No sabíamos si íbamos a tener éxito, pero nos montamos en un avión y nos fuimos a Latinoamérica y nos pusimos manos a la obra para salir al Mercado. Estuvimos trabajando muy duro. Lo que hicimos fue profesionalizar la empresa al máximo para tener estructura de compañía cotizada, que es una de las cosas más importantes que tienes que hacer. También tienes que tener consejo de administración, auditar la empresa, dotarla de todos los procedimientos para garantizar la transparencia y evitar que se produzca cualquier fuga de información sensible. Salimos a cotizar el 10 de marzo de 2016 y desde entonces hemos tenido mucha más facilidad de cara a la financiación bancaria.

¿Qué ventajas tienen ahora?

Después de tener la financiación cerrada, nos encontramos con que las puertas se abrían y pudimos acceder a instrumentos financieros adecuados para la actividad internacional que estábamos desarrollando. Ha sido muy positivo, aunque cuando tomamos la decisión de marcharnos, en 2014, fue duro. Desde entonces no hemos dejado de crecer y todos los años crecemos con una cifra de dos dígitos.

Parecía que la financiación se había resuelto, pero da la impresión de que no es así.

Ningún banco te va a dar el cien por cien de tu proyecto, te podrá conceder el 25% o el 30% del total, pero una vez que sales a cotizar y aumentas tus fondos propios por la vía del capital y no por la deuda, a los bancos les gusta. Le parece que es un balance más sólido, porque tus ratios de endeudamiento son mejores. Creo que España está desequilibrada, tiene una fuerte dependencia de la financiación bancaria, pero las empresas deberían mirar con otros ojos, sin miedo a los mercados. Tu situación entonces mejora muchísimo, lo que supone que te cabe más deuda en tu balance. Eso reduce el coste de financiación, porque no es lo mismo estar pagando un 6%, un 7% o un 8% por ciento. La cotización te aporta valor. Al ser una empresa auditada, las consideraciones del riesgo no son las mismas que las de una empresa que no lo está.

¿Cree que en la Región puede resultar factible esta opción?

En Murcia tenemos un tejido empresarial maduro, hay empresas muy grandes de nivel nacional e internacional que podrían perfectamente estar cotizando. De hecho, esperábamos que todo esto tuviera más repercusión, pero apenas transcendió.