Los centros sanitarios y los hospitales de la Región de Murcia van a intensificar su implicación en la atención a las mujeres y menores que son víctimas de la violencia machista. Ese fue uno de los objetivos del I Encuentro para mejorar la Coordinación Sociosanitaria, celebrado hace unas semanas y al que asistieron representantes de las consejerías de Salud y de Familia e Igualdad de Oportunidades, además de diversas asociaciones del Tercer Sector relacionadas con la lucha contra esta lacra social (Temehi, Cruz Roja, Quiero Crecer, Amaim, Avida, Accem, Cepaim, Columbares, Apramp, Oblatas, asociación Beto y CATS). Por parte de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades acudió la directora general de Mujer e Igualdad de Oportunidades, Alicia Barquero, mientras que por parte de la Consejería de Salud, la representante fue la directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, María Teresa Martínez Ros.

Así, la Consejería de Salud y la Consejería de Familia están impulsando que en cada uno de los más de 80 centros de salud de la Región y en los hospitales exista al menos un profesional de referencia en materia de violencia de género, que puede ser un médico, un enfermero, un trabajador social o una matrona.

Este técnico, según fuentes de la Comunidad, servirá para canalizar toda la información relevante y servirá de apoyo al resto del personal en estos asuntos.

La figura de referencia sobre violencia de género en los centros sanitarios de la Región de Murcia existía desde hace algunos años, pero había quedado desactualizada por los movimientos de profesionales que se producen con frecuencia en la Sanidad murciana. Ahora la lista se está mejorando para poder prestar un mejor servicio.

«Estos profesionales realizan su tarea normal en el centro, pero a la vez están coordinados con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y están en continua formación sobre los recursos que van saliendo en relación a la lucha contra la violencia de género, para informar luego al resto de profesionales y a los pacientes», indica la directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, María Teresa Martínez.

«La violencia de género es un problema de salud pública, pues afecta a la salud no solo de las mujeres que la sufren, sino también de sus hijos», señala María Teresa Martínez Ros, quien ve asimismo importante implicar al sector educativo, pues «estamos viendo con mucha preocupación cómo los jóvenes están asumiendo cada vez más actitudes machistas, de control hacia sus parejas».

Durante la reunión, se trató también la elaboración de un mapa de recursos socio-sanitario de atención a mujeres víctimas de violencia de género, la trata, la mutilación genital femenina o las agresiones sexuales.

La directora general de la Mujer, Alicia Barquero, indicó que se estudia la posibilidad de que participen en las reuniones de la Comisión Técnica Regional de Coordinación Sociosanitaria ante la Violencia contra las Mujeres, que fue constituida en julio de 2017, personas que no formen parte de la misma, en calidad de asesoras.

Ahora mismo hay dos grupos de trabajo dentro de la comisión, el de formación y el de protocolos, aunque se ha hecho evidente la necesidad de reforzar el enfoque social, que debe ir de la mano del sanitario, según afirmó Alicia Barquero.

Deben informar al juzgado si hay sospechas

Por protocolo, los trabajadores de los centros sanitarios y hospitales públicos de la Región de Murcia tienen la obligación de hacer un parte para el juzgado cuando tiene la más mínima sospecha de que determinadas lesiones atendidas pueden haber sido producidas por un caso de violencia, no sólo en el ámbito de la pareja, sino en cualquier situación, aunque la víctima no denuncie expresamente el presunto delito.

Asimismo, cuando existe una sospecha de que una paciente puede estar sufriendo violencia de género por parte de su pareja, los profesionales sanitarios le informan inmediatamente de los recursos que la Administración pública pone a su disposición para que pueda salir de dicha situación de sufrimiento.