Ulrike Sapiro participó ayer en Murcia en la Jornada Técnica Agroalimentaria sobre agricultura sostenible, organizada por la Interprofesional del Limón, Ailimpo. Durante su intervención expuso «el compromiso de Coca-Cola con la agricultura sostenible», un camino, dijo, de no retorno porque «así lo exige cada vez más la sociedad». «Quien no lo siga, se quedará fuera del mercado», comentó en referencia a las prácticas agrícolas.

¿Cuál es el principal mensaje que le gustaría que quedara claro de su intervención?

En Coca-Cola tenemos un claro compromiso con la meta de sostenibilidad de la UE para el 2020, en la que la economía genere pocas emisiones de carbono y consuma menos energía. Y mi principal mensaje es que está en manos de toda la sociedad, y en particular de los agricultores murcianos y los productores de limón, el hacer de este objetivo el suyo propio por lo que puede significar para sus negocios. Y no deben verlo como una amenza o una complicación para sus negocios, sino como una oportunidad para entrar en nuevos mercados, ser más eficientes y para mantenerse en el futuro, para no salir del negocio.

¿Considera que es un punto de no retorno, que no es cuestión de modas?

Absolutamente. En la compañía hemos visto un claro cambio de la tendencia de los consumidores, que se mantiene, en los últimos seis años. En este tiempo el consumidor ha pasado de estar medianamente interesado en el origen de los productos que compra, como comida, bebida, la cadena alimentaria, etc., y más en el precio que pagaban por ellos. Ahora, aunque siguen queriendo buenos precios y buena calidad, también se interesan por saber de dónde proceden los productos, cómo se han cultivado y quién lo ha hecho. Así, la demanda de los consumidores ha virado claramente hacia este sentido. Y no sólo en Europa, o en Estados Unidos, también en países como China. Nosotros hacemos muchos estudios para ver lo que los consumidores quieren y esperan de nosotros como empresa; y lo que esperan es que 'construyamos' con la sostenibilidad en nuestros productos.

¿Significa que la compañía va a centrar sus compras en este tipo de productos?

Efectivamente. Toda nuestra cadena de suministradores deben hacer lo mismo que nosotros para que podamos alcanzar ese objetivo final que nos demandan.

Y si una importante corporación mundial como Coca-Cola va en esta dirección es de esperar que el resto no se quede a la zaga...

Nosotros nos vemos en este proceso como los líderes entre las marcas de fábrica. Tal vez porque empezamos este viaje hace tiempo, y lo hicimos desde el punto de vista del agua; todos sabemos lo importante que es el agua para la agricultura y cómo debemos controlar su consumo. Nuestros competidores, la industria de la alimentación y las bebidas en general, y también los minoristas... Todos hemos empezado ya a hablar la misma lengua en este asunto. Y no sólo nosotros, también los gobiernos están lanzando el mismo mensaje.

Centrémonos en la relación de la compañía con los agricultores murcianos. ¿Goza de buena salud?

Aunque es la primera vez que visito Murcia, sé que la compañía lleva años haciendo negocios en la Región, en especial con la industria del limón, porque compramos bastante zumo de limón aquí. Pero lo que he visto durante mi visita me ha dejado muy buena impresión; he visto una gran cantidad de buen trabajo y mucho interés en las buenas prácticas y también conciencia de hacia dónde se dirigen la demanda y los mercados. Estoy absolutamente convencida, porque he visto grandes ejemplos, que se está desarrollando muy buen trabajo, particularmente en el limón. Faltaría mejorar un poco más la comunicación entre las empresas y los productores y ver cómo se está 'andando'. Por eso ha supuesto una gran satisfacción para mi ver que los certificados de calidad como el GlobalGAP y el GRASP, sinónimos de limón sostenible, están aumentando en este sector en la Región de Murcia y en España.