El frente de borrascas atlánticas que ha barrido España este invierno ha tenido un efecto milagroso en la cabecera del Tajo. Los embalses de Entrepeñas y Buendía han llegado a recibir un caudal extraordinario de hasta 200 litros por metro cúbico por segundo en los últimos días, lo que hace que el agua embalsada alcance ya los 400 hm³. Esta es la barrera a partir de la cual y, avalado por la Ley de Evaluación Ambiental, en la que se incluyó el Memorándum, el Ministerio de Agricultura puede volver a enviar agua a la Región de Murcia través del acueducto Tajo-Segura a partir del próximo abril, once meses después de cerrarlo.

Ayer entraban en los embalses 78 m³ de agua por segundo, que, descontando el caudal ecológico de 6,25 m² en Almoguera, dan unos 72 m³/segundo o, lo que es lo mismo, 6 hm³ al día. Un escenario que hará que hasta final de mes en Entrepeñas y Buendía se alcance un caudal de 440 hm³, cuarenta por encima de la línea roja 'antitrasvase', por lo que el Ministerio estará obligado a enviar 20 hm³, a partir de abril, lo que aflojará las cuerdas alrededor del cuello del sector hortofrutícola regional.

Los expertos prevén que el 1 de abril las reservas de agua en Entrepeñas y Buendía estarán entre los 400 y los 586 hm³. Es decir, que con base en la ley se pueden trasvasar 20 hm³ al mes, tal y como recoge el nivel 3 de las nuevas normas de explotación.

«Estamos convencidos que seguirá entrando agua, tanto por las lluvias que hay anunciadas en los próximos días, como por el deshielo de la nieve que está acumulada en las sierras», apuntó José Antonio Andújar, vicepresidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats).

En opinión de los regantes del trasvase, «lo lógico» es que la Junta Central de Explotación dé luz verde en su próxima reunión a un envío de agua a la cuenca del Segura, que, por otra parte, sigue en situación de emergencia, según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas.

«Si tan escrupulosos son para no enviar agua cuando los embalses no llegan al mínimo necesario, como ha ocurrido estos últimos meses, deben de serlo igual cuando hay agua y así lo dice la ley», insistió Andújar.

De aprobarse un trasvase al Segura de 20 hm3, 7,5 hm3 se destinarían al abastecimiento, y el resto al regadío.

El presidente de la CHS, por su parte, se mostró «un poco más optimista», al tener conocimiento de la recuperación tanto de los embalses de cabecera del Tajo como los de la cuenca del Segura, si bien, apuntó que en el segundo caso aún había 100 hm3 menos que en las mismas fechas del año pasado.

Aunque no quiso pronunciarse sobre si ya debía o no venir agua del Tajo, «porque no tenemos competencias en esa demarcación Hidrográfica», sí indicó que «la ley está ahí está para cumplirla, tanto en lo bueno como en lo mal0» y «las reglas de explotación son muy claras».

El presidente quiso dejar claro que no todo estaba arreglado en el departamento de los recursos disponibles, pues, aunque la tendencia y el futuro «no se ve tan negro como antes», no se puede dar por zanjada la sequía.

De hecho, la cuenca va a seguir adelante con la apertura de la última batería de pozos de sequía aprobada por el Ministerio, y de los que se prevé extraer hasta finales del año hidrológico (30 de septiembre) un total de 80 hm3 de agua.

Estos nuevos pozos van a sustituir las aportaciones del Sinclinal de Calasparra, que «descansa» hasta después de las fiestas de Semana Santa porque su explotación ha estado parada «para que se recupere», explicó Ródenas.

Para que una sequía de estas características no vuelva a tener en jaque a la Región de Murcia, ni al Levante en general, el Scrats remitió el año pasado, en plena crisis de escasez de recursos, un informe al Ministerio de Agricultura en el que le plantearon una serie de medidas para amortiguar e, incluso solucionar, el problema de la falta de recursos en la zona hortofrutícola más importante de España en contribución al PIB y que mantiene, además, cien mil empleos directos.

El informe alerta de que se necesita un caudal adicional de 205 hm³ al año al margen de los recursos que pueda enviar el Trasvase. Y en cuanto a las medidas tres son las prioritarias: El aumento de la producción de agua desalada en las plantas de Torrevieja, Águilas y Valdelentisco y su conexión con el embalse de la Pedrera; la conexión del trasvase con el Júcar-Vinalopó desde Villena; y un nuevo trasvase del Ebro, que partiría desde el Canal de Imperial de Aragón (cuenca media) y solo funcionaría siete meses al año, respetando así la temporada de riegos del canal.

Críticas en La Mancha

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, hizo ayer públicas sus sospechas de que en las vacaciones de Semana Santa el Ministerio de Agricultura vaya a aprobar un nuevo trasvase de agua desde la cabecera del Tajo, lo cual servirá para «llevarse las cuatro gotas» que han caído en la última semana, según dijo.

Page denunció la «obsesión» de los regantes con los niveles de agua de los pantanos de cabecera. «Resulta increíble que esta obsesión pase por ver hasta dónde se recarga un pantano y que se fijen en que el cielo les solucione la papeleta lloviendo a 300 kilómetros de donde toleran que las desaladoras estén paradas», se quejó el dirigente manchego.