La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación ´NARTTU´, ha desmantelado una organización criminal asentada en Murcia y dedicada a la comisión de estafas mediante el 'timo del Nazareno'. Durante la operación se ha detenido a los nueve integrantes del grupo delictivo como presuntos autores de los delitos de estafa, apropiación indebida, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y denuncia falsa. Además se ha esclarecido una treintena de delitos a empresas de Murcia, Almería, Granada y Málaga.

La Benemérita inició la operación el pasado año 2017 con el objetivo de esclarecer una serie de estafas que se habían denunciado y en las que se encontraban involucradas varias empresas de la Región.

Agentes especializados en investigaciones sobre delincuencia económica tomaron las riendas de la operación y averiguaron que la trama delictiva operaba a través de mercantiles cuyos administradores eran 'hombres de paja' o testaferros. También compraban mercancías en nombre de mercantiles sin tener autorización para dichas acciones, o simplemente utilizaban mercantiles de las que los detenidos sí eran administradores, para vender finalmente la mercancía y así hacer desaparecer el rastro de la mercancía y en consecuencia el del dinero.

Para formalizar las compras utilizaban empresas con aparente solvencia económica y, mediante engaño, establecían relaciones comerciales con otras empresas de los sectores de la fruta/verdura y del transporte, realizando diferentes compras o contratación de servicios cuyo pago debía efectuarse mediante pagarés o por transferencias, circunstancia esta que no se llegaba a producir.

La actividad delictiva de la organización criminal ahora desarticulada data de junio de 2016 a diciembre de 2017, fecha, la primera, en la que se inician acciones por parte de la Guardia Civil contra los presuntos autores, originando que estos dejaran de trabajar con las mercantiles que estaban usando. Las facturas impagadas, hasta el momento, supondrían más de 500.000 euros, siendo las principales perjudicadas en última instancia las empresas que no aseguran sus ventas con las compañías aseguradoras de riesgo.

Modus operandi: timo del Nazareno

Durante sus relaciones comerciales con las empresas que habían elegido como víctimas desplegaban una serie de actividades encaminadas a aparentar una real y solvente actividad económica, con lo que conseguían la confianza de sus proveedores para, posteriormente, consumar el engaño.

Una vez recibidas las mercancías eran rápidamente distribuidas y nunca pagadas. Para ello se valían de una perfecta red de empresas pantalla organizadas para ser dirigidas mediante testaferros del líder del clan, de manera que los integrantes de cada una de las empresas no se conocían entre sí, lo que dificultaba su identificación, localización y detención.

Las sedes comerciales normalmente eran alquiladas y ocupadas justo el espacio de tiempo de recrear el engaño, perpetrar la estafa y desaparecer cuando los pagares iban llegando a su vencimiento, que solía ser de entre uno a tres meses. Durante la investigación se ha observado que utilizaban como mínimo cuatro sedes sociales distintas, todas ellas en la Región de Murcia.

Además de la estafa en la compra de fruta/verdura, también produjo la estafa en el sector del transporte, pues la organización desmantelada contrataba con transportistas los envíos de la mercancía adquirida fraudulentamente, pero tampoco se hacía cargo de los portes.

La actividad delictiva desarrollada por la organización criminal le generaba un gran beneficio, puesto que no pagaban la mercancía ni los portes con lo que todo lo recaudado con la venta de los productos obtenidos ilícitamente eran beneficios netos.

La estructura de la organización criminal estaba claramente jerarquizada. Había una persona a la cabeza, el líder, de la cual pendían los hilos secundarios. En un primer escalón se encontraban las personas que ejercían de comerciales, adquirían la mercancía y contrataban los portes; en un segundo escalón, los administradores de las mercantiles (testaferros), y en un tercer escalón, a las personas que realizaban tareas administrativas.

Hasta el momento se ha esclarecido una treintena de delitos en los que se ha detectado la existencia de empresas afectadas en Murcia, Almería, Granada y Málaga.

Los arrestados -de nacionalidad española (7), alemana y ecuatoriana, vecinos de Murcia, Abarán y Blanca, con edades comprendidas entre los 29 y los 55 años y la mayoría de ellos con antecedentes por delitos similares- y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia.