No todos los padres y madres van a poder acudir a los cursos presenciales que organice la Consejería. Por eso, y para facilitar que las familias puedan acceder a ellos, la oferta formativa combinará sesiones presenciales con formación telemática. Para ello, se diseñará un espacio virtual que permitirá a las familias realizar esta formación en el dispositivo que deseen (ordenadores, tablets o dispositivos móviles) y cuando les venga mejor.

También podrán configurar libremente, y en función de sus preferencias, su propio itinerario de formación en función de sus intereses y registrar las insignias o certificados que acrediten la superación de estos cursos.

La idea surgió teniendo en cuenta que en la sociedad de la información en la que vivimos, y con el cambio vertiginoso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), se produce una diferenciación social: «padres conversos digitales e hijos nativos digitales», explican desde el departamento que dirige Adela Martínez-Cachá. La intención sería, también, acortar esa brecha.