«Excepcionalmente, aun cuando no se den los supuestos del apartado cinco de este artículo (el acuerdo entre los padres logrado antes del proceso judicial o durante el mismo), el juez, a instancia de una de las partes, con informe favorable del Ministerio Fiscal, podrá acordar la guarda y custodia compartida fundamentándola en que sólo de esta forma se protege adecuadamente el interés superior del menor».

Es lo que dice la ley. En concreto, el artículo 92.8 del Código Civil. En la práctica, la custodia única sigue siendo cosa de mujeres, al menos en la Región de Murcia. Es lo que revelan los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), aunque este organismo no ha hecho públicas aún cifras de 2017. Las últimas disponibles son de 2016.

En este sentido, el INE contabiliza que un total de 2.940 matrimonios se divorciaron en la Región de Murcia ese año. En 1.558 de estas exparejas había hijos de por medio. Y en 112 casos tenían sólo hijos menores de edad y más de dos por matrimonio.

El INE resalta que en 2016 se dio la custodia al padre en 93 de los procesos. La madre se quedó con los niños en 1.446 de los casos. La custodia compartida se decretó en 227 de las rupturas.

La suma es mayor de 1.558 porque se tiene en cuenta el total de casos de custodia resueltos en 2016: algunos empezaron el año antes, al complicarse los casos en unos juzgados que, la mayoría de las veces, están colapsados.

Estadística también detalla que en 2015 fueron 67 las veces que un padre se quedó con la custodia única en la Región. En el caso de las madres, 1.376. La custodia compartida se estableció en 226 ocasiones.

Mirando más atrás, hasta 2014, el INE revela que aquel año se dio la tutela íntegramente al padre en 62 ocasiones, a la madre en 1.460 y compartida en 173.

Juristas consultados por este periódico acerca de por qué son tan pocos los hombres custodios de sus hijos señalan que una de la razón principal es que no lo solicitan. Ellos suelen apostar por la custodia compartida, raramente piden la exclusividad.

La abogada de Familia Elena Pajares considera que «los padres son sistemáticamente discriminados a la hora de asignarles el rol de progenitor custodio».

«Diversos motivos son los que explican esta realidad. La mayoría de esos motivos tiene relación con las dificultades que tenemos las mujeres para acceder al mercado laboral una vez que somos madres, y con la cantidad de tiempo de más, con respecto a nuestros maridos, que pasamos en casa, bien de forma exclusiva por ser esa la ocupación principal, o bien ejerciendo labores domésticas cuando salimos del trabajo», detalla la letrada. «Eso, obviamente, nos coloca en situación de ventaja con respecto a los padres de los niños, al resultar más idóneas, simplemente por estas más acostumbradas» apostilla al respecto.

Pajares asevera que «aunque la equiparación entre hombres y mujeres está cada vez más cerca, este es un ejemplo en el que los hombres son claramente discriminados frente a las mujeres».

La letrada se fija en los que «sufren los hijos en algunos casos en que sus padres son invariablemente obviados tras la separación». «Desaparecen sin más. No se les permiten visitas, con excusas unas veces más peregrinas que otras. Se dificulta en extremo el ejercicio de su parte de la guardia y custodia, cuando lo que establece el Código Civil con respecto al progenitor no custodio es que se debe prever el modo en que pueda cumplir el deber de velar por los hijos, así como el tiempo, el modo y el lugar en que podrá comunicarse con ellos y tenerlos en su compañía», resalta. «Deberíamos rechazar aquellas situaciones en las que el desequilibrio suponga un menoscabo en el papel de padres» de quienes sólo quieren el bien de sus hijos, dice. de aquellos hombres separados, que sólo quieren el bien de sus hijos. No sólo redundará en una sociedad más igualitaria y más justa, como nosotras reivindicamos, sino que será sin duda muestra de nuestra grandeza moral.